Hoy, en el cumpleaños número 53 de Marco Etcheverry, es un gran momento para recordar el legado que dejó el extraordinario mediocampista boliviano en Major League Soccer.
Apodado “El Diablo”, Etcheverry fue el primer gran ícono de la liga, liderando a D.C. United a sus primeras conquistas y ayudando a consolidar a la liga en su etapa inicial.
La llegada de un pionero en 1996
En 1996, cuando MLS arrancaba con incertidumbre sobre su futuro, Marco Etcheverry llegó a D.C. United como una de las primeras grandes estrellas internacionales. Proveniente del América de Cali, Etcheverry tenía la misión de liderar el mediocampo de un equipo que se convertiría en la primera dinastía de la liga. Su influencia fue inmediata: ese mismo año, condujo al club de la capital de Estados Unidos a la final de la MLS Cup, donde lograron el primer título en la historia de la liga, venciendo a LA Galaxy 3-2 en tiempo extra.
Éxitos colectivos: D.C. United como potencia de la MLS
Etcheverry fue el cerebro detrás de una de las eras más dominantes de cualquier equipo en la historia de la MLS. Bajo su suela, D.C. United ganó tres MLS Cups (1996, 1997 y 1999), además de dos Supporters’ Shields (1997 y 1999), cimentando su lugar como el equipo más exitoso en los primeros años de la liga.
Entre sus logros internacionales, destaca la conquista de la Copa de Campeones de la Concacaf en 1998, un hito que colocó a D.C. United y a la MLS en el mapa internacional. Ese mismo año, lograron también la Copa Interamericana, venciendo al histórico Vasco da Gama de Brasil, lo que les permitió ser el primer equipo estadounidense en conquistar este prestigioso trofeo.
Impacto en números
Los números de Marco Etcheverry durante su tiempo en la MLS reflejan claramente su importancia:
- Partidos jugados: 191
- Goles: 34
- Asistencias: 101
Esos 101 pases gol lo colocan en el puesto número 13 de todos los tiempos en la MLS en asistencias, y fue el líder en esta categoría durante la temporada 1999 con 19 asistencias. Etcheverry no solo anotaba, sino que su capacidad para generar juego y poner en situaciones de gol a sus compañeros fue clave para el éxito de D.C. United.
Distinciones individuales
Además de su impacto colectivo, Etcheverry fue reconocido a nivel individual en numerosas ocasiones:
- MVP de la MLS: 1998
- Equipo Ideal de la MLS: Cuatro veces (1996, 1997, 1998 y 1999)
- MVP de la MLS Cup: 1996
- Jugador Más Valioso de la Copa Interamericana: 1998
Su temporada más destacada fue en 1998, cuando no solo fue nombrado MVP de la liga, sino que condujo a D.C. United a obtener un Supporters’ Shield, la Copa de Campeones de la Concacaf y la Copa Interamericana, completando un año de ensueño tanto a nivel local como internacional.
Además, en 2022, fue incluído en el Salón de la Fama del Fútbol de Estados Unidos, en el que forman parte otras leyendas como Landon Donovan, Tim Howard, Clint Dempsey, Damarcus Beasley, Steve Cherundolo, Franz Beckenbauer, entre muchos otros.
Un estilo único
Etcheverry no solo aportó números y títulos, sino que también marcó una época con su estilo de juego. Era un número 10 clásico: su exquisita técnica, visión de juego y liderazgo dentro del campo lo convirtieron en uno de los jugadores más entretenidos y eficaces que la MLS ha visto. Su capacidad para distribuir el balón, realizar jugadas decisivas y controlar el ritmo de los partidos fue esencial para la dominación de D.C. United.
Un legado duradero
A más de 20 años de su retiro, Marco Etcheverry sigue siendo recordado como el primer gran ídolo de la Major League Soccer. Su legado no solo vive en las vitrinas de D.C. United, sino también en el desarrollo y crecimiento de una liga que él ayudó a posicionar en sus años más críticos. Fue, y sigue siendo, un pionero en el fútbol de Estados Unidos, demostrando que el fútbol de calidad y la pasión por este deporte tenían un lugar en el panorama deportivo de este país.
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