Tal vez los padres de Diego Luna no sabían dónde se metían, pero mucha agua corrió bajo el puente ya.
Cuando vez jugar al joven atacante de Real Salt Lake, puedes notar su creatividad, su dinamismo, su gran ritmo de trabajo. A primera vista, probablemente también notarás su piel llena de tatuajes también, y quizás te preguntes cómo alguien puede llevar tanta tinta en el cuerpo con apenas 20 años.
La respuesta a eso es mucho más útil de lo que piensas. Puede comenzar a delinear el borrador de una carrera futbolística poco común, de sus fuertes raíces en el deporte, y su decisión de apartarse de todo eso, al menos geográficamente. Y todo el destacable crecimiento que lo ha convertido en quizás el jugador más importante de un equipo que busca trofeos, pese a su joven edad.
"Siempre algo artístico, que disfrutaba. Simplemente, me gustaba", dijo Luna a MLSsoccer.com. "Me gusta cómo lucen, puede sonar un poco raro, pero aprendí a usarlos como terapia".
Luna es la persona y el jugador que es debido a su familia. Es el más joven de cuatro hermanos, y creció en un hogar que amaba el fútbol en Sunnyvale, un suburbio de San Jose, California. Alberto, el padre de Diego, fue futbolista profesional en la década del 80, con los Earthquakes previos al surgimiento de la MLS, los San Diego Soccer de fútbol indoor, y Milwaukee Wave, entre otros, antes de convertirse en entrenador. Sus hermanos Armando y Gio, y más tarde su hermana Kristal, siguieron también los pasos del padre en los banquillos.
Así que Diego pasó mucho tiempo alrededor de una cancha de fútbol siendo niño.
"No éramos la familia más acomodada en lo económico, no teníamos demasiado dinero. Así que todos vivíamos juntos en un apartamento, yo, mi hermano y mi hermana. Mi hermano mayor vivía en una ciudad cercana. Era ir a la escuela, y después de la escuela estaba en la cancha desde las 3:30 de la tarde hasta las 8:30 pm, porque mi papá y toda mi familia se dedicaban a entrenar", explicó.
"Mi entrenamiento era a las 7 de la tarde. Así que estaba allí desde el primer entrenamiento, a las 4 pm, y me quedaba allí durante toda la tarde, para después ir a casa, cenar, y comenzar el día otra vez".
Invirtiendo en uno mismo
La pelota es, y siempre ha sido, la vida de la familia Luna, y no es complicado ver ese legado en el estilo y la técnica de Diego.
"Creo que eso viene de tener la pelota en mis pies durante cinco horas al día, en las que estaba caminando por ahí, hablando con gente, esperando mi turno de entrenamiento, pero siempre con la pelota en mis pies", dijo. "Así que se trató de construir esa relación entre mi cabeza y mis pies, para siempre saber dónde estaba la pelota, sin siquiera mirar. Comienzas a incorporar eso, haciendo pequeños trucos y ese tipo de cosas. Así que creo que eso definitivamente ayudó a formar mi estilo de juego".
Es difícil imaginar en un mejor entorno para que un futbolista joven fuera afinando el dominio de los conceptos fundamentales, y su talento no pasó desapercibido. Luna se ganó un lugar en la academia de San Jose Earthquakes y comenzó a ser convocado por la selección de Estados Unidos Sub-14.
Y es difícil imaginar por qué, con solo 15 años, él decidió dejar todo eso detrás.
"Me sentía estancado. Sentía que no progresaba", recordó. "Mi sueño siempre fue jugar de manera profesional. No iba a ir a la universidad. No iba a hacer otra cosa, solo iba a jugar fútbol. Y por eso creo que tomé el gran riesgo de dejar mi casa con 15 años para ir a Arizona".
Casa Grande, específicamente: el pequeño y remoto pueblo entre Phoenix y Tucson que es la sede de la Barça Residency Academy USA, un programa de desarrollo inmersivo afiliado con el FC Barcelona, del que han surgido profesionales como Julián Araujo, Matthew Hoppe y Caden Clark. (Ironically, en el pasado tenía un programa propio de residencia en ese mismo pueblo).
Luna había hecho un gol para el equipo de los Quakes en un partido de U.S. Soccer Development Academy ante Barça AZ, y uno de los directores del equipo de Arizona tomó nota. Luego de entablar conversaciones y de la visita de Luna al campus, él supo que ese era el paso que quería dar.
"Fui allí por tres días, creo que llegué un miércoles, estuve hasta el viernes, y me mudé allí el domingo", reveló.
Barça AZ le ofreció una beca completa y acceso a un entorno que podía acercarlo a los mejores. Sus padres no estaban demasiado convencidos, pero finalmente firmaron.
"Fue una decisión muy difícil", recordó Luna. "Al venir de un entorno latino, te quedas con tu familia, y ellos te ayudan y ayudas a todo el mundo. Así que dejar mi familia siendo tan joven fue duro para mi mamá, especialmente ... Es como que esto ya no es una broma. Tienes que hacer estas cosas, porque estás tomando un gran riesgo".
Terapia a través de los tatuajes
Así como obtuvo tanto de esos lazos familiares y del fútbol que se respiraba en casa, Diego sintió que necesitaba comprometerse con sus sueños, pese a los costos que eso acarreaba. Casa Grande y su tranquilidad ofrecía un camino claro y pocas distracciones.
"No vas allí para no trabajar, o para perder el tiempo", explicó. "Tienes que comprometerse, porque 1) estás dejando a tu familia, estás dejando todo y 2) estás dejando de lado tu vida social, de alguna manera. Estás dejando de lado la experiencia de ir a la escuela secundaria, estás dejando de lado las fiestas, y todo lo demás".
"Allí todo es estrictamente fútbol y estudiar. Y si no estás allí para hacer lo que tienes que hacer, estás perdiendo el tiempo. Y eso se nota: el porcentaje de gente que sale de esa academia para convertirse en profesional, se nota. Una vez que te comprometes a eso, vas a salir con cierto grado de éxito, ya sea como profesional o en la universidad".
Lo que nos hace volver a hablar de los tatuajes de Luna. Todo comenzó con un simple diseño: una cruz y una fecha en su antebrazo.
De manera inevitable, Diego extrañaba a sus seres queridos en California, y le dolía estar a 1300 kilómetros de su casa cuando uno de sus hermanos tuvo una hija, la primera integrante de una nueva generación en su familia. Así que Diego convenció a sus padres durante una visita familiar en Arizona para que lo autorizaran a hacerse su primer tatuaje, centrado en la fecha de nacimiento de su sobrina.
"El tipo que me iba a hacer el tatuaje me dijo: 'Bueno, tus padres ya no tienen que estar aquí para los tatuajes que te hagas, ya te autorizaron'".
Y así comenzó el hábito de los tatuajes, que pronto se convirtió en algo tanto estético como terapéutico. El zumbido de la máquina y el leve dolor que causa lo ayudaron a manejar los sentimientos de separación y angustia que a veces se acumulan en la vida adolescente.
"Es algo que me relaja. Me quita la bronca, y la tristeza, y ese tipo de cosas. Como si la aguja quitara todo eso. Suena raro, pero funciona así", comentó.
"Eso es algo que he usado y que me ayudó. Cuando me siento deprimido o enojado y lleno de stress, a veces me hago un tatuaje sin significado. Pero en ese momento, libera todo en mí y me ayuda mucho. Porque en ese momento me siento libre y abierto, y cuando salgo de esa tienda de tatuajes me digo 'OK, estoy bien'".
Cada vez que hace goles, Luna besa ese primer tatuaje, y el que tiene el nombre de su mamá, Susana, en su muñeca.
De USL a RSL
Mientras los tatuajes se multiplicaron, también creció el interés de clubes profesionales. Luna prosperaba en Casa Grande y era parte de la selección Sub-20 de Estados Unidos: New Mexico United y El Paso Locomotiva de USL Championship, así como Atlanta United, los Quakes y otros equipos de la MLS también quisieron reclutarlo.
Y en este caso, una vez más, el adolescente mostró una perspectiva muy madura.
"Necesitaba dar un paso más, para seguir subiendo. Y pensé que ir a un equipo de MLS para jugar en su equipo secundario, no sería un desafío para mí, no sería diferente al nivel de academia en el que estaba jugando", analizó. "Así que tal como pasó con Barça, fui a El Paso por tres días, y dije a mi familia que ese era el lugar donde quería estar, el lugar donde quería crecer y dar mi siguiente paso".
Luna da crédito a Mark Lowry, el entrenador del Locomotive cuando él llegó en 2021, por ayudarlo a mantener una trayectoria ascendente, mientras se convirtió en uno de los mejores atacantes de la liga de segunda división, al marcar en su primer año en USL nueve goles y registrar cinco asistencias. Equipos de MLS y del extranjero volvieron a posar su mirada en él.
RSL ganó esa conversación en junio de 2022, y pagó a El Paso unos 250.000 dólares por la transferencia (récord entre equipos de USL y MLS), además de abonar 50.000 dólares a los Earthquakes por los derechos del volante ofensivo en MLS.
La operación llamó la atención. Real Salt Lake tiene un historial de confianza en los productos de su academia, además de sus veteranos. ¿Cómo encajaría el diminuto creativo en el esquema del entrenador Pablo Mastroeni?
Las primeras impresiones no fueron demasiado buenas. Luna solo jugó 310 minutos en MLS (13 partidos, tres como titular) el año pasado, luego de no marcar goles ni servir asistencias, en medio de sus convocatorias con el seleccionado.
"Eso fue lo más difícil de mi carrera hasta ahora", valoró Luna. "Los primeros seis meses con RSL fueron muy difíciles. Era un lugar difícil mentalmente con el que tenía que lidiar, después de no tener goles ni asistencias. Me pregunté qué iba a pasar, qué tenía que hacer para mantenerme positivo. Estoy más lejos de mi familia, estoy en otro estado y me pasan todas estas cosas".
Luna tuvo que amoldarse a la formación 4-4-2 de Mastroeni. El talentoso joven tenía que demostrar que podía esforzarse y trabajar duro también.
"Soy un 10, siempre jugué como 10, siempre me moví libremente como 10. Así que pensé que tenía que integrarme a una posición, aprender una nueva formación", dijo Luna. "Porque nunca había jugado 4-4-2 sin enganche en la selección o en los clubes en los que había estado antes. Siempre se trató de un 4-3-3, un 3-5-2, algo como eso. Así que se trataba de aprender a jugar en una nueva posición, aprender dónde podía integrarme, donde podía encajar. Intenté como pivote, intenté como delantero, intenté como extremo por izquierda. Me llevó un tiempo".
Encontrar el equilibrio
Antes de viajar a la Copa del Mundo Sub-20 en mayo, sus pocas apariciones como suplente en 2023 habían sumado apenas 90 minutos de juego en total. Llevar a Estados Unidos a los cuartos de final y llamar la atención de varios ojeadores internacionales ayudaron a que las cosas mejoraran a su regreso desde Argentina.
En primer lugar, ganó un lugar como titular en el sector izquierdo del centro del campo. Luego, se consolidó con una gran actuación (1 gol, 2 asistencias) en la victoria 3-1 como visitante ante St. Louis CITY SC. Pocas semanas después marcó un doblete ante New York Red Bulls. Eso terminó de convencer a Mastroeni.
"Nunca hablamos sobre las cosas más importantes sobre el desarrollo -y me refiero a todos nosotros, seas un jugador o un ser humano", dijo el entrenador tras ese partido ante RBNY, al declarar que "el techo es alto" para este joven prospecto. "Pasar por momentos duros te permite evolucionar de una manera en la que eres una persona diferente a la que eras antes. Creo que las cosas por las que Luna tuvo que atravesar ... lo pusieron en una posición de profundizar un poco más".
A lo largo del camino que comenzó en el norte de California, y pasó por Texas hasta llegar a Utah, Luna acumuló las herramientas que necesitaba.
"Cambié mi mentalidad al decir que tenía que ser un gran jugador a nivel general, con la pelota y sin la pelota. Y creo que lo he demostrado en los últimos meses", comentó a MLSsoccer.com. “Creo que mi defensa se han vuelto mucho mejor, creo que soy mejor en mis recuperaciones y mis reacciones defensivas han sido excelentes. Creo que eso me ha dado la oportunidad de jugar y de mostrar mi lado ofensivo, porque Pablo confía en mí. Estoy haciendo lo que se necesita como jugador de fútbol a ambos lados del balón, puedo tener libertad y me puedo divertir. Creo que todo se trata de encontrar el equilibrio".
Jugar con alegría
Luna marcó goles en los dos últimos partidos de la temporada regular de Salt Lake, para finalizar con 5g/3a y 1201 minutos de juego en MLS. Y con lesiones o preocupaciones sobre el estado de otros jugadores clave como Chicho Arango y Jefferson Savarino, la responsabilidad ofensiva de RSL ahora puede depender en gran medida de Luna en su búsqueda por la MLS Cup.
"Es realmente interesante que si tenemos un hueco por no tener a Sava o a Chicho, ese hueco siempre será cubierto. Y creo que él ha tomado esa responsabilidad de ser el tipo que remata ocasiones", dijo Mastroeni sobre Luna, luego de anotar el gol a domicilio ante Colorado en Decision Day.
"Esa es una área de este partido sobre la que hemos hablado. En tres cuartos de la cancha, él es fantástico. ¿Cómo puedes ser peligroso en el tercio final? Y él se queda cada día y trabaja sobre su definición. Así que creo que no una sorpresa para nosotros que Diego ha definido en los últimos dos partidos, y a sido realmente un líder, pese a que todavía es un jugador muy joven. Así que eso es fantástico de ver, y ustedes ven su compromiso para convertirse en un gran profesional".
El chico ha sido bautizado como “Moon Boy” ('El Niño Luna') en El Paso ya tiene un hijo, luego de que su novia tuviera un niño dos meses atrás. La paternidad es el siguiente paso para Luna, algo que acepta con fe y esperanza.
"Al tenerlo, hay una motivación diferente que no sabía que podía ocurrir", dijo. "Cuando nació, creo que se encendió algo en mí, cambió todo en mi vida. Todo lo que hago es pensando en él".
"Dejo muchas cosas en manos de Dios. Cuando las cosas no salen como quiero, me relajo, leo la Biblia, soy muy religioso en ese sentido. Doy mi esperanza a Dios".
Esa búsqueda del equilibrio ha llevado a Luna a diferentes lugares. Antes de finalizar la conversación, brindó una historia más sobre sus tatuajes, al hablar del slogan de un villano de las historietas, que le brindan perspectiva en momentos de ansiedad.
"Amo a The Joker ('el Guasón', uno de los enemigos de Batman). Creo que es un gran personaje. Pero esto tiene un mensaje más profundo", explicó. "No siempre tienes que estar tan serio. Toma las cosas a medida que ocurren".
"Cuando juego, me doy cuenta que no lo hago bien cuando estoy concentrado, cuando soy serio y cuando estoy enojado. Pienso que estoy bendecido por disfrutarlo, por tener al fútbol como mi profesión. ¿Quién más puede decir eso? Entrenas cada mañana, viajas, y te pagan por patear la pelota y correr. No puedes preocuparte demasiado cuando tiene este fantástico trabajo".
