Como el café a primera hora, la conexión AM es el que despierta a 'Las Garzas' y los mantiene vivos.
Jordi Alba y Lionel Messi es un dúo que da energías desde que existe y una vez más mantiene a Inter Miami CF en la carrera del Supporters' Shield.
Su productividad, su química genuina, y su pasado: todos son factores que esta vez permitieron el empate en Canadá 1-1 ante Toronto FC.
Amanecer en rosa
En el FC Barcelona, Messi, Suárez y Neymar fueron la MSN: un tridente con nombre propio, un mito del fútbol moderno.
Pero una de sus mejores sociedades en esa era la conformaba el #10 y el #18. Y nunca tuvo apodo. Nadie la bautizó, aunque fuera tan decisiva. Hasta ahora.
Al menos lo haremos acá: AM, los socios eternos.
Cuando el partido pide claridad, Messi y Alba aparecen como la luz del amanecer. Esta vez lo hicieron al armar la jugada del gol de Tadeo Allende. El argentino con una assist-assist, y el español para servirsela como plato de desayuno al ex-delantero de Celta de Vigo y Godoy Cruz.
Desde el Barça hasta la MLS, se entendieron a través de algo que tienen de memoria: uno corre, el otro ya lo sabe.
Y hoy esas conexiones se cuentan: 33 asistencias de Alba a Messi, 13 de Messi a Alba.
Ecos de un Barça dorado
En la carrera del astro argentino con la camiseta blaugrana, los laterales siempre fueron socios estratégicos. Dani Alves fue la autopista por la derecha, Alba la catapulta por la izquierda.
Juntos con Sergio Busquets, Luis Suárez y Neymar, construyeron una sinfonía de época.
Pero, el anuncio reciente sobre el retiro de Busquets oficializó que una parte de ese Barcelona poco a poco se convierte en un recuerdo, un espectro al que Messi y Alba aún no están dispuestos a pertenecer. Y su presente es puro.
Entre ambos, especialmente tras la final de Leagues Cup en el último día de agosto, acumulan 14 aportaciones de gol (incluyendo segundas asistencias):
- Alba: 1 gol y 4 asistencias
- Messi: 5 goles y 4 asistencias.
Y en total durante esta temporada regular suman: 27 goles y 25 asistencias.
Algo que demuestra que sin ellos, no hubiese sido posible que continue la lucha por el título al equipo con más puntos de Major League Soccer.
Leyenda compartida aún
El GOAT con 38 años y el lateral izquierdo, con 36, todavía definen partidos. Son aura y jerarquía. Más que veteranos, son el pulso del proyecto rosa desde sus arribos.
Es imposible no pensarlo como algo que dura toda la vida, o al menos una conexión que vivirá en los libros de la historia, cuando ya no formen parte del fútbol profesional.
Y que empezó con la vuelta de Alba al equipo de LaLiga de España, tras su paso por Valencia CF.
El resto es una historia contada, y que sigue contándose. Una historia en la que aún, Jordi, puede subir más puestos entre los cinco jugadores que más asistieron a Leo en su carrera.
Y que podrían ser parte de la la principal misión de IMCF: MLS Cup 2025.
¿Cómo funciona tan bien la dupla Messi y Alba?
Tiempo atrás, Jordi reveló en el programa El día después de Movistar +, el inicio de la dupla que le dio tanta alegrías al Barcelona: "No lo trabajamos. Tanto Leo como yo nos buscamos mucho. Si se la doy sé que genera peligro o marca, y siempre se la intento dar. Aunque los rivales nos conocen cada día más y ahora también intento dársela a otros compañeros. No es algo trabajado. Sale solo”.
Pero la realidad es que cuando lo ves en cancha tiene algunos puntos que debemos valorar:
- Cronometría perfecta: Messi detecta el arranque de Alba antes de que el lateral toque el acelerador. Esa anticipación convierte el pase en puñal
- Diagonal predecible, imparable: Aunque todos saben lo que viene, la sociedad funciona porque la sincronía está medida al milímetro: Messi lanza, Alba llega, gol o asistencia.
- Posicionamiento ofensivo de Alba: En su etapa más ofensiva, al estilo de un extremo zurdo “rosa” (más vertical, más punzante), Alba deja de ser solo lateral para convertirse en receptor alto en el último tercio, potenciando la visión de Messi.
- Juego de espejos: Alba arrastra la marca, abre carril interior, y Messi aprovecha el espacio central para rematar o conducir.
- Memoria colectiva: Jugaron tantos años juntos que sus automatismos no necesitan instrucciones; cada mirada basta.
Esto es lo que hace la dupla tan explosiva, la naturalidad que despide, que funciona con claridad en el campo y que el tiempo consolidó con fuerza.
Cuando terminen, quedará la nostalgia. Hoy, todavía queda magia.
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