Jordi Alba anunció esta semana su retiro del fútbol profesional y lo hizo de la mejor manera posible: con gol, en la victoria de Inter Miami CF por 4-0 ante Atlanta United.
Fue una noche especial para el lateral español, con un homenaje para celebrar el cierre de una carrera repleta de títulos, momentos memorables y una huella imborrable en cada equipo que defendió.
Alba llegó a Miami en 2023 para reencontrarse con sus excompañeros del FC Barcelona, Lionel Messi y Sergio Busquets. Meses más tarde se sumó Luis Suárez, completando el cuarteto de los “Cuatro Fantásticos”, quienes volvieron a compartir vestuario tras hacer historia en el Camp Nou.
Durante su paso por el FC Barcelona, Alba disputó 459 partidos, conquistando 6 Ligas, 5 Copas del Rey y 1 Champions League, además de ser pieza clave en una de las etapas más exitosas del club.
Con la Selección Española, acumuló 93 partidos, fue campeón de la Eurocopa 2012 y de la Nations League 2023, consolidándose como uno de los grandes laterales izquierdos de su generación.
En el Inter Miami, ha vestido la camiseta 96 veces, ganando el Supporters’ Shield y la Leagues Cup, dejando su sello en el crecimiento del club y del fútbol estadounidense.
Más allá de los títulos, su conexión con Lionel Messi ha sido una de las más emblemáticas del fútbol moderno. En Barcelona formaron una sociedad casi telepática: Alba entendía los movimientos de Messi con una precisión quirúrgica, y esa conexión se ha mantenido intacta en Miami. Ambos volvieron a ser protagonistas de jugadas memorables, y su entendimiento en el campo continúa siendo una de las armas más peligrosas del equipo de Javier Mascherano.
Esa misma dupla podría ser determinante en los Playoffs de la MLS, donde Inter Miami sueña con cerrar el año levantando la MLS Cup. Para Alba, sería el broche de oro a una carrera dorada, un último título que simbolizaría su capacidad de liderazgo y su influencia más allá de los años. Jugar junto a Messi, Busquets y Suárez en esta recta final le da al equipo una mezcla de experiencia y talento que pocos pueden igualar.
Tras el anuncio de su retiro, Alba se dirigió con emoción a los aficionados: “[Quiero] agradecer a toda la afición del Inter Miami por el apoyo desde el primer día que llegué, especialmente a mis compañeros, a todos los trabajadores del club, a los que están detrás del terreno de juego que son igual de importantes que los jugadores. Esto se acaba, aún quedan partidos, más los Playoffs, intentaremos ganar para dejar al club en lo más alto”.
Alba se despide con la misma pasión con la que jugó cada minuto. Un futbolista que combinó velocidad, inteligencia táctica y un espíritu competitivo inquebrantable. Si el destino le concede un último trofeo, sería un cierre perfecto para una carrera que ha inspirado a toda una generación de jugadores y aficionados.
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