El segundo cruce de 'las Garzas' en el Mundial de Clubes es un encuentro de jugadores con el pasado, y un puente entre dos orillas.
Inter Miami y FC Porto (jueves, 3 pm ET | DAZN.com) no es solo un evento que marca el primer duelo entre el equipo del sur de la Florida con un equipo portugués, es también un partido con intencionalidades compartidas, e historia, por sus figuras, por la MLS y América Latina.
Mercedes-Benz Stadium será sede del reencuentro entre varias estrellas rosas con los Dragões, y que enfrenta a un club de la Major League Soccer con un histórico europeo cargado de conexiones con el fútbol del continente americano e inyección latina.
Leo Messi, el GOAT, vuelve a cruzar su camino con los Dragones que más de 20 años atrás lo vieron debutar, y que fueron plataformas de lanzamiento para leyendas que jugaron en MLS, como Diego Valeri y Héctor Herrera.
Más allá del fixture
No existen concidencias irrelevantes en este segundo partido para ambos en la Copa del Mundo para clubes.
Es una cápsula de tiempo, una excusa para recordar caminos cruzados entre dos mundos futbolísticos que se parecen más de lo que parece: la MLS moderna y el Futebol Clube do Porto histórico, exportador, formador, puente de talentos latinos hacia Europa.
Pero entre ambos rivales sí existen diferencias, como lo es el continente -evidente y primero que nada-, y la antiguedad: la juventud de la franquicia de IMCF, creada en 2018, en contraste con Oporto, que se fundó en 1893,
En general, Porto mantiene una relación indirecta pero influyente con la MLS: por sus filas pasaron jugadores como Diego Valeri o Héctor Herrera antes de dejar huella en Norteamérica.
Su contraparte, Inter Miami, en cambio, es parte estructural de la liga, compite en ella y la representa como su vitrina más global, ahí existen diferencias.
En ese sentido, el partido es más que parte del calendario, es un momento simbólico, donde dos escuelas futbolísticas se observan mutuamente en el espejo del presente.
Porto, el espejo europeo de la MLS
El club portugués ha sido para muchos futbolistas latinoamericanos lo que MLS representa hoy para otros tantos. Un espacio de entrada al fútbol global o renacimiento profesional
Aunque sus modelos no se alinean exactamente, Porto ha sabido capitalizar históricamente el talento joven de la región, potenciando promesas como Luis Díaz, James Rodríguez o Vitinha antes de pasar a la élite europea. Esa capacidad de formar y exportar talento ha sido sello del Dragão durante décadas.
En ese sentido, la liga estadounidense ha construido una identidad propia, no como réplica sino como un terreno fértil para el talento latino, un primer paso para la élite, o en otros casos, el antes y después en una carrera. Como productor de talento, Inter Miami ya puede lucir con orgullo su primera gran transferencia a suelo europeo, la del volante paraguayo Diego Gómez, quien hoy juega en Brighton & Hove Albion, de la Premier League de Inglaterra.
Diego Valeri y su conexión portuguesa
El argentino jugó una breve temporada en el Porto, con el que ganó un título de copa y la liga, pero esa experiencia europea fue apenas una estación en su viaje.
Su verdadera transformación llegó en Portland, donde se convirtió en ídolo, recibió el Premio 'Landon Donovan' al Jugador Más Valioso de MLS en 2017 y es símbolo de una era para los Timbers.
Hoy, Valeri sigue conectado con la liga que lo vio brillar: es analista en Season Pass y columnista de *MLS Español*, una voz autorizada que refleja -desde el micrófono- ese mismo recorrido que vivió en carne propia.
Caso Hector Herrera
Antes de convertirse en una de las caras visibles de Houston Dynamo en la MLS, Héctor Herrera tuvo un paso clave por el Porto.
Llegó en 2013 desde Pachuca y se consolidó como capitán, referente en el mediocampo y símbolo del equipo durante seis temporadas.
Disputó más de 200 partidos, jugó Champions League y representó el modelo Porto: fichar talento joven, desarrollarlo y proyectarlo al siguiente nivel.
Ganó Primeira Liga y la Supercopa de Portugal con el Porto entre 2013 y 2019, luego brilló en el Atlético Madrid entre el 2019 y 2022 (allí ganó un título de liga), hasta que ese año eligió la MLS para escribir una nueva etapa. Fueron dos años de alto nivel para "HH" como jugador naranja, y lideró al equipo del sur de Texas a obtener la US Open Cup 2023, su punto más alto en MLS.
Herrera y Valeri son el ejemplo de cómo Porto y MLS pueden ser dos estaciones distintas de una misma carrera.
Los Tres Fantásticos y su viejo conocido
“Los Cuatro Fantásticos” vuelven a Europa, pero desde otro lugar, de recuerdos, a enfrentar a un equipo europeo en territorio norteamericano por el Mundial de Clubes.
Suena raro que solo mencionemos 'tres' en el subtítulo, pero más allá de que Jordi Alba podría ver minutos después de su lesión, no existe historial entre él y el club portugués.
Caso contrario con Lionel Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets. Y un elemento extra:
- La última vez que Busquets y Messi se enfrentaron al Dragão fue en la final de la Supercopa de Europa 2011 -un año después que Valeri jugó para FCP-, el #10 rosarino fue el MVP en la victoria del FC Barcelona, esa vez con un gol en la primera parte.
- Javier Mascherano, técnico de 'las Garzas', estuvo presente en esa gran final, como titular en el equipo culé que dirigía Pep Guardiola, junto a Lionel y Busi.
- Luis Suárez, uruguayo, los enfrentó en la fase de grupos de la UEFA Champions League con Atlético de Madrid (1v y 1e).
Los fantasmas del pasado pisarán suelo nuevo el jueves por la tarde, pero con un rival conocido por el equipo rosa en los estratos europeos.
Messi y una conexión especial
Hablando de fantasmas, más allá de que los dragones sufrieron a Messi en el campeonato europeo, también fue testigo de sus primeros destellos.
Hace casi 22 años, el GOAT debutó con el primer equipo del FC Barcelona luciendo la camiseta dorada, en un amistoso ante el Porto de José Mourinho. Tenía apenas 16 años y estuvo a centímetros de marcar su primer gol culé de primera.
No era un partido oficial, pero sí una noche simbólica: se inauguraba el Estádio do Dragão, y nacía -silenciosamente- la era Messi.
Más de dos décadas después, vuelva a enfrentarse al club que lo vio comenzar, no es solo una coincidencia. Es casi un círculo que se cierra. Uno de esos pocos cruces que el destino le reservó para cuando ya es una leyenda.
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