De entre todos los futbolistas argentinos que han existido hasta hoy, tan solo un selecto grupo menor a 80 jugadores saben lo que pesa la Copa del Mundo. Solo hay 26 de ellos en activo, evidentemente hablamos de los campeones en Qatar 2022.
Argentina tiene regados a sus futbolistas por todos los rincones del mundo. Son una autentica máquina de exportación de la materia prima del deporte más popular del planeta.
La Major League Soccer tiene en acción menos de 30 años. Previo a la tercera estrella albiceleste que consiguieron hace menos de un año, el ayuno de un Mundial absoluto era de casi 4 décadas. Es decir, la MLS nunca había presenciado a una Argentina monarca.
Por todo lo anterior y mucho más, es realmente fascinante y valdría la pena dimensionar auténticamente el valor que conlleva la posibilidad de tener a dos flamantes y vigentes campeones del mundo con la Argentina jugando en la MLS. Además, no son jugadores cualquiera, estamos hablando del mejor futbolista del siglo y de uno llamado a heredar la prestigiosa 10.
Poniéndoles nombres propios, nos referimos a Lionel Messi y Thiago Almada. El considerado GOAT llegó en el verano para ponerse la camiseta rosa del Inter Miami, mientras que el segundo esta en su segundo año vistiendo las ‘Cinco Bandas’ del Atlanta United.
El sábado por la tarde será una noche especial en la liga norteamericana. Sera la primera vez en que dos campeones del mundo vigentes se enfrenten en cancha emelesera. Igualmente tendrá su sabor para el fútbol argentino, ya que dos tipos cubiertos de gloria se miden moviendo los hilos de sus respectivos clubes.
Básicamente se puede hablar de que en el terreno de juego tendremos el pasado, presente (representado en Leo), y futuro (representado en Thiago), del fútbol argentino. Evidentemente lo de Messi no es ya ni discutible, lo de Almada es un tema de potencial.
Sus carreras se encuentran en diferentes etapas, y analizando lo que tenemos de cada una hasta hoy, pudiera pensarse que tienen una dirección similar pero a la inversa.
Messi arrancó profesionalmente en Europa. Se consolido y se convirtió en leyenda en el Barcelona. Posteriormente paso por el Paris Saint-Germain donde le agrego a su palmarés colectivo e individual. Firmó con Miami en la MLS tras la conquista del Mundial. Con la selección gano en juveniles, pero los títulos en la mayor se demoraron hasta “el ocaso” de su camino.
Almada arrancó en Argentina con Vélez y emigró directamente a la MLS con Atlanta United. Ya hay reportes de que el jugador ha pedido su salida en la próxima ventana de transferencias al fútbol del Viejo Continente. Con la albiceleste, se estrenó en un torneo FIFA alzando la Copa del Mundo.
Para que el paralelismo a la inversa continue, Lio tendría que ir algún día a jugar en su país natal. Thiago emigrar a Europa y hacer su propia historia. Tampoco parece tan improbable.
Pero por lo pronto, mucho más situados en la realidad, el camino de ambos se cruza en la MLS. Igualmente podría seguir así en la ‘Scaloneta’, por lo menos en el futuro próximo. La Copa América 2024 se antoja para que ambos disputen un nuevo torneo juntos. El Mundial 2026 parece depender más hasta donde quiera llegar Leo.
Y en el futuro aún más cercano, el sábado gracias a Messi y Almada, tendremos un encuentro sin precedentes en la MLS. Un lujo que no sabemos cuanto pase para repetirse. Un deleite que difícilmente se da en una liga fuera de las top europeas.
