No comparten apellido ni bandera, pero sí MLS, espiritu, alegría y goles.
"Solos podemos hacer poco, juntos podemos hacer mucho", dice una frase de Helen Keller. Exactamente eso es lo que define al bromance inesperado entre Son Heung-Min y Denis Bouanga.
Juntos se convirtieron en el boost que Los Angeles Football Club necesitaba en el final de temporada, y una vez más dio resultados, al golear a St. Louis CITY SC 0-3 en el Energizer Park.
Mientras permanezcan juntos, agárrense quién pueda, el ataque 'Black & Gold' tiene mucho que presumir.
Nacimiento del 'Songa'
¿Quién podría deducir que Son Heung-Min, el fichaje más caro de la liga, conectaría tan bien con 'heredero' goleador de LAFC?
Muy poca gente se lo veía venir. El surcoreano llegó a la liga para ser la imagen global del club de Los Angeles e inmediatamente conectó con el vestuario y con Bouanga, quién ya es máximo goleador de la historia del club, tras superar a la estrella de la franquicia, Carlos Vela.
Son, pisó el vestuario angelino y encontró algo más que un club: halló complicidad. Bouanga, con su instinto voraz frente al arco y un lugar ya asegurado en la historia del equipo, no tardó en convertirse en el complemento perfecto.
De la química en los entrenamientos, pasando por las celebraciones, a las goleadas en los fines de semana: la sociedad fue inmediata.
Lo que parecía un matrimonio futbolístico improbable terminó por convertirse en la nueva carta de presentación del club descrita en una sola palabra: demoledora.
Una amistad que se viste de gol
Las sonrisas y los chistes son un accesorio, igual que ese espiritu competitivo que los guía, pero en los números está el sustento.
Y el 3-0 significó un gol Son, y uno del ghabonés.
¿Cuáles son sus números desde el 9 de agosto, el primer partido del ex ugador de Tottenham Hotspur?
- Son: 8 goles y 2 asistencias
- Bouanga: 10 goles y ninguna asistencia.
- 18 goles y 2 asistencias entre ambos, en ocho partidos.
Los tres goles de la noche del sábado convirtieron a estos dos en el primer dúo en la historia de MLS en marcar al menos 17 goles consecutivos para un club en una sola temporada regular.
Más que compañeros: hermanos de cancha
El fútbol, además que sistemas y pizarras, se sostiene en pequeñas complicidades.
El pase que se da sin mirar, el movimiento que el otro ya intuye, la risa después de un gol compartido. El 7 y el 99 han logrado eso en cuestión de semanas: una lectura mutua que se traduce en victorias abultadas para LAFC.
Bouanga, siempre explosivo, encuentra en Sonny un socio cerebral, alguien que sabe cuándo frenar, cuándo acelerar y cuándo soltar la pelota al espacio exacto.
Sonny, por su parte, ha encontrado en el gabonés a un compañero con hambre voraz de área, capaz de transformar cualquier servicio en pólvora.
Porque el bromance no es solo un guiño de marketing, sino una realidad que se siente dentro y fuera del campo.
Sonny y Bouanga no solo celebran juntos, también se buscan, se cuidan, se entienden.
Esa hermandad de vestuario, ese lazo que no se entrena y que solo puede surgir desde la naturalidad está sosteniendo el presente del conjunto angelino, y es una previa magistral a los Playoffs 2025.
Quizá el tiempo los separe en algún momento, como suele suceder en el fútbol moderno.
Pero mientras tanto, en tiempos de goleadas, esta dupla sigue demostrando que el fútbol es más fácil cuando se juega con un 'bro' al lado.
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