Este miércoles, con los partidos por los Wild Card, comienzan los Playoffs de la MLS Cup 2025 presentados por Audi, y el primer capítulo promete emociones intensas.
En el SeatGeek Stadium, el Chicago Fire recibe al Orlando City SC (8:30 pm ET - MLS SeasonPass/AppleTV) en un duelo de repechaje que enfrenta dos historias distintas, pero un mismo deseo: redención.
Por un lado, Chicago, un histórico de la liga que quiere volver a encender la llama de su grandeza y revivir los días dorados de gloria. Del otro, Orlando, un club más joven pero ambicioso, decidido a demostrar que su proyecto puede trascender y que las heridas de la Leagues Cup solo fortalecieron su hambre de campeonato. Dos equipos con cuentas pendientes, un solo boleto a la siguiente ronda, y la promesa de una noche cargada de intensidad y orgullo.
Chicago Fire: el esperado regreso de un grande
Durante años, el fútbol en Chicago pareció vivir en pausa, como si la llama encendida a finales de los noventa se hubiera apagado lentamente. Sin embargo, en 2025, el Fire vuelve a sonar fuerte. Y no solo por volver a los Playoffs de la MLS, sino porque el club ha comenzado a reconstruir su identidad desde las raíces, reencontrándose con su historia, su ciudad y su gente.
De un debut de ensueño a una larga travesía
Chicago Fire irrumpió en la Major League Soccer con el ímpetu de un gigante recién nacido. En 1998, su temporada inaugural, el equipo no solo conquistó la MLS Cup, sino también la US Open Cup, un doblete que ningún club debutante ha igualado. Aquella generación, liderada por figuras como Peter Nowak, Luboš Kubík y Ante Razov, puso al Fire en el mapa del fútbol estadounidense y encendió la pasión de una ciudad acostumbrada a la grandeza deportiva.
El Fire no tardó en consolidarse como un referente competitivo: volvió a ganar la US Open Cup en 2000, 2003 (año en que también se quedó con el Supporters’ Shield) y 2006. Chicago era sinónimo de éxito, un equipo que no solo ganaba, sino que representaba con orgullo a una de las ciudades más emblemáticas del deporte norteamericano.
El brillo de los años con Cuauhtémoc Blanco
Entre 2007 y 2009, el Fire vivió su era más mediática. La llegada de Cuauhtémoc Blanco como Jugador Franquicia coincidió con una etapa de expansión global de la MLS, cuando estrellas como David Beckham, Guillermo Barros Schelotto y Juan Pablo Ángel aterrizaban en la liga. Blanco se convirtió rápidamente en el corazón del equipo y en el rostro del club para una enorme comunidad mexicana y latina en Chicago.
Su garra, talento y personalidad marcaron una época inolvidable. Soldier Field se llenaba, los medios hablaban del Fire y los jóvenes latinos encontraban en ese equipo un espejo donde verse reflejados. Fue, quizá, el último gran momento de conexión total entre el club y su ciudad.
El silencio de los años difíciles
Tras la partida de Blanco, el Fire comenzó una lenta decadencia. Los proyectos se sucedieron sin continuidad, los entrenadores iban y venían, y el equipo perdió protagonismo tanto en la cancha como en la conversación futbolera del país.
A pesar de la rica tradición deportiva de Chicago, el Fire se volvió casi invisible. En 2017, el club clasificó por última vez a los Playoffs, y a partir de ahí el declive se acentuó. Las mudanzas entre estadios —del Toyota Park al SeatGeek Stadium y luego de regreso al Soldier Field— tampoco ayudaron a consolidar una identidad.
Durante esa etapa, Chicago dejó de ser “el Fire” de antes. Las gradas vacías, las temporadas grises y la falta de conexión con su base latina parecían síntomas de un club que había perdido su rumbo.
Joe Mansueto y el renacimiento de una idea
El punto de inflexión llegó con la llegada del empresario Joe Mansueto como propietario. Su visión fue clara desde el inicio: reconstruir el Fire no solo como un equipo competitivo, sino como una marca representativa del alma de Chicago.
Mansueto devolvió al club al centro de la ciudad, al legendario Soldier Field, y puso en marcha un ambicioso proyecto que incluye la construcción de un estadio propio. En paralelo, impulsó una política deportiva más coherente: fichajes estratégicos de alto nivel —como Philip Zinckernagel, Hugo Cuypers y Ousmane Doumbia— combinados con una nueva apuesta por la cantera.
Y el movimiento más importante fue confiar en un técnico con autoridad y visión moderna: Gregg Berhalter, exseleccionador de Estados Unidos. Bajo su mando, el Fire volvió a los Playoffs, algo que no ocurría desde hacía ocho años, y lo hizo jugando con un estilo definido, equilibrado y con identidad.
La nueva cara del Fire: juventud con raíces locales
Pero el verdadero símbolo del renacimiento de Chicago no está en los nombres internacionales, sino en los chicos que crecieron soñando con vestir esa camiseta. Entre ellos destaca Brian Gutiérrez, el rostro más visible de esta nueva generación.
Gutiérrez, nacido en Chicago de familia mexicana, representa a la perfección el nuevo espíritu del club: talento formado en casa, identidad multicultural y orgullo local. Su impacto no se limita a lo futbolístico; también es un ícono para una nueva camada de aficionados jóvenes que sienten que el Fire vuelve a ser suyo.
A su lado, otros canteranos como Sergio Oregel y Mauricio Pineda (éste último con más experiencia) consolidan una base sólida que da continuidad y sentido de pertenencia al proyecto. En ellos se refleja la conexión entre las academias locales, la enorme comunidad hispana del área metropolitana y el renacer institucional del club.

Gutiérrez, en particular, ha demostrado madurez y liderazgo pese a su corta edad. Su visión, desequilibrio y compromiso lo han convertido en un jugador clave en el esquema de Berhalter. Y más allá de su talento, su figura encarna lo que Mansueto quiere construir: un Fire que inspire orgullo y que vuelva a representar a Chicago en lo más alto de la MLS.
”Creo que como dije es un sueño hecho realidad, porque he vivido malos momentos acá, fracasos, y cuando llegó Greg cambió mucho. Cosas que había que cambiar. Cosas internas del club, y eso nos ayudó mucho, y tener un plan de juego, también te ayuda como jugador, y como grupo, y creo que solo es un paso que queríamos como plantel. Todo se puede lograr en los playoffs, con la buena racha que llevamos ahorita,” afirmó un entusiasmado Gutiérrez, quien no se limita en su sueño por disputar la MLS Cup en una eventual final, viendo lo que sucedió con el New York Red Bulls la temporada pasada.
“Yo creo que en esta liga todos le pueden ganar a cualquiera en cualquier día. Le ganamos a Inter Miami, empatamos con LAFC, que son grandes equipos. Y yo creo que sí, competimos ahí con ellos. Fuimos de tú a tú. Y por instantes, ves a New York Red Bulls el año pasado, que fueron al Wild Card y llegaron hasta la final, entonces uno ve eso, y todo puede pasar en el fútbol.
El Fire vuelve a sentir el calor
El regreso del Fire a los Playoffs no es casualidad. Es el resultado de un proceso bien pensado, donde la organización ha aprendido de sus errores. En una liga cada vez más competitiva, donde el margen entre el éxito y el fracaso es mínimo, Chicago ha logrado recuperar algo mucho más importante que los puntos: la conexión emocional con su gente.
El ambiente en la ciudad de los vientos volvió a ser vibrante. Las banderas rojiazules ondean, los cánticos retumban, y la afición —esa mezcla única de tradición estadounidense y pasión latina— vuelve a creer. El Fire ya no es solo un club que busca revivir viejas glorias; es un equipo que está construyendo un nuevo legado.
Un grande que vuelve a despertar
Hablar del Fire en 2025 es hablar de una franquicia que ha decidido renacer a su manera. Con una base joven, un proyecto sólido, una visión empresarial moderna y una hinchada que vuelve a latir, Chicago vuelve a ocupar el lugar que su historia y su mercado le exigen.
El futuro luce prometedor. El nuevo estadio simboliza ese deseo de permanencia y crecimiento. Las categorías inferiores están produciendo talento. Y los resultados deportivos comienzan a acompañar.
En una MLS donde la competencia es feroz y las estrellas internacionales marcan el ritmo, el Fire apuesta por una fórmula distinta: volver a ser grande desde su propia identidad.
Chicago, ciudad de gigantes deportivos, necesitaba que su equipo de fútbol volviera a ser parte de esa conversación. Y lo ha conseguido.
Hoy, el Fire no solo regresa a los Playoffs. Regresa a su historia. Regresa a su gente. Regresa a la idea de que, en esta ciudad, el fuego nunca se apaga.
Orlando se encomienda a Martín Ojeda en busca de la redención
Orlando City SC sigue buscando un lugar fijo en la élite de la MLS, y para tener una nueva oportunidad, debe batir al Chicago Fire en este repechaje. Desde su llegada a la liga, el equipo de la Florida ha ido consolidando una identidad competitiva, ambiciosa y con una gran conexión con su afición.
En las últimas temporadas, clasificarse a los Playoffs se ha vuelto casi una costumbre, una señal del progreso sostenido que ha alcanzado bajo la dirección de Óscar Pareja. Pero en esta edición, la historia tiene un matiz diferente: los “Leones púrpuras” llegan con una sensación de deuda pendiente y con la esperanza depositada en un nombre propio que ha brillado con luz propia durante todo el año: Martín Ojeda.
No hay dudas de que Ojeda ha sido uno de los jugadores más determinantes de la temporada 2025 en la MLS. Su capacidad para romper líneas, generar juego, asistir y anotar lo ha convertido en una de las piezas más completas del campeonato.
Aunque quizás no es el grand favorito para ganar el MVP, su rendimiento lo coloca como un candidato marginal pero legítimo a ese reconocimiento. Orlando no solo encontró en él un líder futbolístico, sino también emocional: un jugador que marca el pulso del equipo en los momentos clave y que, con su talento, mantiene vivas las aspiraciones de un club que busca trascender más allá del mero protagonismo.

"Ni lo esperábamos, pero es lo que toca. Hay que ponerle el pecho a este momento. Confío mucho en mis compañeros, en el cuerpo técnico, y lo que venga va a ser muy lindo," afirmó el argentino en la previa a su partido en el Decision Day.
La clasificación de Orlando nunca estuvo en riesgo. El equipo navegó con solidez durante la temporada regular, asegurando su lugar en los MLS Cup Playoffs presentados por Audi con semanas de anticipación. Sin embargo, el cierre del calendario no fue el ideal.
Las últimas semanas estuvieron marcadas por un bajón de rendimiento que desembocó en una sorpresiva caída en el partido de Wild Card. Fue un golpe que dejó huella, sobre todo porque el conjunto venía de mostrar su mejor versión en el verano, con aquella goleada 3-0 ante el Inter Miami de Lionel Messi, que extendió su impresionante racha de 12 partidos consecutivos sin perder (6 victorias y 6 empates) en todas las competiciones en aquel momento.
Ese mismo nivel competitivo fue el que llevó a Orlando hasta las semifinales de la Leagues Cup, donde cayó ante Inter Miami, y posteriormente perdió el partido por el tercer lugar ante LA Galaxy, en una de las sorpresas de la temporada.
Esa doble frustración no solo les impidió alcanzar su primer título internacional, sino que también los dejó sin boleto directo a la Copa de Campeones de la Concacaf. Hoy, el único camino que queda para lograr ese objetivo pasa por los MLS Cup Playoffs presentados por Audi, y eso le añade una dosis extra de urgencia y presión al equipo de Pareja.
Orlando necesita reivindicarse. Su proyecto deportivo, su afición y el talento acumulado en el plantel merecen un desenlace más feliz. En este contexto, Martín Ojeda representa la esperanza, la chispa y el desequilibrio necesarios para que el equipo dé el paso definitivo. Un jugador de su calidad no puede quedar fuera de las grandes noches de la MLS. Su presencia garantiza espectáculo, precisión y una dosis de magia que eleva el nivel de toda la liga.
Oscar Pareja lo afirmó antes del cierre de la temporada regular. "Este es Orlando City. Este es el Orlando que he conocido por años. Cuando todos creen que estamos en el piso, Orlando regresa, y hemos probado eso antes".
La pregunta que queda en el aire es clara: ¿veremos la mejor versión de los Leones púrpuras en este nuevo intento? Si Ojeda logra mantener el nivel que lo ha llevado a ser una de las figuras más destacadas del año, Orlando City no solo tiene con qué soñar… tiene con quién hacerlo.
Disfruta de toda la acción de los equipos de MLS a través de MLS Season Pass.