En la entrega de esta semana, Diego Valeri se adentra en "Lectura de Juego" en el universo del fútbol de selecciones. En específico, de las convocatorias de futbolistas que actúan en este momento (o que lo hicieron muy recientemente) en MLS.
Lo que hasta no hace demasiado era una auténtica rareza, en este momento es parte de la realidad cotidiana de Major League Soccer: muchísimos de sus futbolistas son citados de manera frecuente por sus equipos nacionales.
"Para un futbolista, no hay nada comparable a vestir la camiseta de su selección", dice el eterno #8 de Portland Timbers, que hoy analiza jugadas y jugadores en la pantalla de MLS Season Pass, en Apple TV.
Lectura de Juego: Toma de decisiones
Queridos lectores del juego, siento la necesidad de advertirles que en este texto van a percibir un tono de imparcialidad y de felicidad poco común en mis palabras. Se los advierto para que no vayan a pensar mal de mí; en las próximas columnas, volveré a ser parcial y nostálgico como siempre. Pero no hoy, cuando se trata de escribir sobre los futbolistas latinos de la MLS convocados a jugar para sus países.
Allá por el 2012, cuando me había llegado la propuesta de los Timbers para venir a la Major League Soccer, me preguntaba si volvería a tener la oportunidad de ser citado a la selección argentina. Hacía menos de un año había sido llamado para jugar algunos amistosos internacionales y también había participado de la pretemporada de la Copa América 2011 en el predio de Ezeiza. Fue una de las experiencias más hermosas de mi carrera. Juegues donde juegues, es difícil ser convocado a la selección, pero en ese entonces intuía que elegir por el fútbol norteamericano lo tornaría más difícil aún. Y así lo fue.
En la más reciente convocatoria por la 'Fecha FIFA', Valentín “Taty” Castellanos fue citado a la selección argentina campeona del mundo y tuvo su debut en la victoria 3-0 frente a Chile por las eliminatorias sudamericanas. Sí, lo sé, ahora el “Taty” juega para la Lazio de Italia, pero pudo haber sido convocado durante los años en que estuvo en NYCFC y no hubiera sorprendido a nadie. Como pasó con Thiago Almada, quien vestía los colores del Atlanta United cuando Lionel Scaloni decidió incluirlo en la lista del Mundial de Qatar 2022, e incluso darle unos minutos contra Polonia en los que el crack de Fuerte Apache se mostró a la altura de las circunstancias. Thiago es el primer jugador activo en la historia de la MLS en ser campeón del mundo.
Adolfo, mi jefe de redacción, es un compatriota hincha de River y, cuando vio entrar al “Taty” en el Monumental, se “me” emocionó. Yo también. Por eso estamos tocando el tema. Para un futbolista, no hay nada comparable a vestir la camiseta de su selección. Nada. Nada más inmenso que la sencilla ilusión de hacer un gol, abrazarte a tus compañeros y mirar a la tribuna para ver felices a los tuyos. ¿Por qué creen que jugadores como Messi, Di María, Mbappé o Cristiano Ronaldo lloran y sangran por vestir la camiseta de su país? Porque en las calles de sus barrios, donde ahora los hinchas festejan sus goles y hazañas, alguna vez estuvieron ellos. Muchas veces el fútbol, salvo contadas excepciones, se lleva a los profesionales a otras ligas, lejos de sus lugares de nacimiento.
Lo cierto es que cualquier liga empieza a ganar prestigio y competitividad a medida que más jugadores tiene convocados a sus selecciones. En la última ventana internacional, la MLS tuvo a 91 de su torneo, 28 de ellos de países latinoamericanos. No me gusta eso de comparar una liga con otra, quién es mejor y por qué, pero me enorgullece ver a tantos futbolistas de la MLS llamados a jugar partidos internacionales. Desde que llegué a la Major League Soccer, vi talentos capaces de competir a ese nivel que no tuvieron la chance de hacerlo y –qué quieren que les diga– muchas veces fueron infravalorados por el solo hecho de jugar en este lado del mundo.
Les dije que hoy iba a ser imparcial, así que intencionalmente empiezo por el Río de Plata con el más destacado de todos los convocados en esta fecha FIFA: el eterno Luis Suárez. “Lucho” se despidió de la selección uruguaya entre lágrimas y con todos los laureles que merece. Es un honor que “el Pistolero” haya decidido jugar en la Major League Soccer. Verlo en los estadios todos los fines de semana me despierta aún más admiración de la que le tenía por TV. Me gustaría recordarles, queridos lectores del juego, que antes de arribar a Miami, Suárez había hecho 17 goles en 33 partidos para el Gremio de Porto Alegre. En este torneo, ya lleva 17 en 21 partidos jugados, y compite por la bota de oro con Christian Benteke. En el Uruguay de Marcelo Bielsa también participaron Cristian Olivera, que fue titular frente a Venezuela, y Facundo Torres, quien tuvo sus minutos contra Paraguay. Dos jóvenes destacadísimos en LAFC y Orlando City, que habitualmente son convocados por el “Loco”.
Otro de los futbolistas emeleseros que me gustaría resaltar es a Juan Camilo Hernández, de Columbus Crew. Con justicia, Hernández fue citado a esta selección de Colombia, finalista en la pasada Copa América, que genera expectativa de hacer historia en el próximo mundial, bajo el mando del “Toto” Lorenzo. A pesar de que a “Cucho” no le haya tocado tener minutos en ninguno de los dos partidos, la convocatoria es una ventana abierta para pelear su lugar en un equipo lleno de talentos de elite, sobre todo en la faceta ofensiva; nombres como Luis Díaz, James Rodríguez, John Duran y Borré, entre otros.
Un evento que me causó especial alegría fue ver a Carlos Coronel, Andrés Cubas y Diego Gómez jugar en el Paraguay de Gustavo Alfaro. Grité el golazo de Gómez frente a Brasil como si fuese uno de Argentina. Créanme, no lo festejé pegando un salto del sillón porque haya sido contra Brasil, sino porque lo hizo Diego. Mi tocayo lleva un nombre bien “argento”; desde que lo vi por primera vez jugando para Inter Miami, aprecié en él los destellos de un mediocampista ofensivo capaz de liderar a su selección: garra, concentración, intensidad en la repetición de acciones en espacios cortos y largos, solidaridad con su equipo, buena pegada y ambición de gol. Rápidamente, se convirtió en uno de los mejores futbolistas de los Juegos Olímpicos de París; hoy se lo ve liderando a Paraguay para clasificar al próximo mundial, junto a Miguel Almirón, ex Lanús y Atlanta United, ahora en Newcastle United FC.
El mundial 2026 ofrecerá más plazas que ningún otro. Por eso, tiene al Venezuela del “Bocha” Batista con la ilusión de clasificar por primera vez. En esta fecha también fueron convocados Dani Pereira, David Martínez y Jesús Bueno. La historia de Dani Pereira es especial: como entró junto con su familia a Estados Unidos en 2015 gracias a un asilo político, tuvieron que buscar alternativas migratorias para que pudiera competir fuera del país, tanto en Canadá como con su selección. Más allá de esta particularidad, no me sorprende para nada que haya sido convocado, porque lo padecí todas las veces que lo enfrenté. “Dani”, jugador drafteado por Austin FC de la Universidad Virginia Tech, desde los primeros partidos profesionales mostró todo su talento para cuidar la pelota. Sigue su maduración futbolística y estas experiencias son claves para él, y quizá también para Venezuela.
Carlos Gruezo, Pedro Vite, Patrickson Delgado y Xavier Arreaga son parte de un Ecuador que ya pisa firme en el fútbol sudamericano y tiene todo para dar un golpe a nivel mundial en cualquier momento. Los tres le aportan valor a la defensa ecuatoriana de Sebastián Beccacece para “liberar” a las fuerzas de ataque de un equipo que, por momentos, es temible, tal como lo demostró haciéndosela pasar mal a la Selección Argentina en los cuartos de final de la pasada Copa América. Pudo haber ganado con ese penal errado de Enner Valencia. El empate lo llevó a los penales, donde se topó con el mejor arquero del mundo.
Perú tuvo a Luis Abram, Pedro Gallese y Wilder Cartagena; Guatemala, a Nicholas Hagen y Aaron Herrera; Xavier Hernández fue a República Dominicana, y Tomás Romero, a El Salvador. Haití se llevó a Carl Sainte y a Danley Jean Jacques, que vino del Metz francés al Philadelphia Union para remplazar al “Brujo” Martínez, transferido al Corinthians hace un mes. Honduras citó a Deybi Flores y a David Ruiz, joven que alterna titularidad en el Inter Miami, quizás el mejor plantel de la MLS.
Para el final dejé a los convocados de Costa Rica: Ariel Lassiter, Alonso Martínez y Julio Cascante. Imagino que se preguntarán por qué. Las playas de Costa Rica son fascinantes, les recomiendo que las visiten, pero no es por eso. Tampoco quiero pasarme de la raya en mi imparcialidad. La razón es que Julio Cascante es el único futbolista de todos los convocados con el que tuve el honor de compartir vestuario en Portland Timbers. Le tocó partir hacia Austin con dolor y conozco bien de cerca lo que ha luchado “Julito” para afianzarse en la MLS y estar en esa lista.
Se dice que lo más importante en el fútbol es tomar buenas decisiones. Puede ser. Después hay que ejecutarlas, ahí se define la jugada. Aquella decisión que tomé hace doce años me convirtió en un ciudadano del fútbol de estas tierras. Los niños dejan de lado los prejuicios y los temores para patear una pelota, conocer el mundo y ser felices. Eso hice y fui feliz. Ahora, que juego desde afuera, escribiendo y leyendo fútbol, lo soy por aquellos emeleseros que representan a sus países. Aunque vistan distintos colores en sus camisetas y canten otros himnos, los siento como si fueran “míos”. Eso sí, que no se les ocurra hacerle goles a Argentina.