Mientras Ben Olsen respondía preguntas sobre el impresionante triunfo de Houston Dynamo por 2-1 sobre Inter Miami en la Final de la US Open Cup, los que observaban la conferencia de prensa podían darse una idea de cómo trabaja como entrenador.
Griffin Dorsey, el extremo que fue dejado libre por Toronto FC dos años atrás para florecer como lateral en Houston y marcó el golazo que abrió la cuenta del partido, fue puesto en el banco de suplentes durante muchos partidos de la primera mitad de la temporada.
"Es un chico fantástico, y una persona maravillosa, y el hecho de que haya estado en el banquillo en la primera parte del año, me hace pensar que yo estaba loco", dijo el técnico.
"Hizo su trabajo, no se quedó, es un gran ejemplo de un muchacho que estaba fuera, y que dijo '¿Qué necesito hacer para estar en la cancha? ¿En qué necesito trabajar?'. Habló con técnicos asistentes, miró videos. Y simplemente es un gran ejemplo para sus compañeros sobre cuándo no eres tenido en cuenta, y cómo debes hacer para salir de eso. En este momento, no hay forma de que lo saque de la cancha".
El HH de siempre
¿Qué pasó con el sobresaliente centro del campo -formado por Héctor Herrera, Coco Carrasquilla, Amine Bassi y Artur, un grupo refinado y técnico con un excelente entendimiento y una fluidez para cambiar de forma que complicaron las cosas a los locales?
Olsen no hizo más que elogiarlos.
"Ahí es donde este partido se iba a ganar o perder. Si nuestro centro de la cancha jugaba a su pleno potencial, podíamos tener una buena oportunidad de ganar esta noche. Y lo hicieron", valoró. "Particularmente, en el primer tiempo, donde hicieron cosas fantásticas. Liderados por Héctor, creo que Héctor estuvo increíble, Artur... espero eso siempre de Artur en cada partido, por el nivel en el que está. Coco, subiendo, es un buen complemento para ellos, y Bassi es muy orgánico".
"Les damos una estructura para ser exitosos, pero mucho de lo que ven son las sensaciones, y las relaciones entre ellos cuatro, y es algo orgánico. Es divertido de ver, y a ellos les encanta jugar juntos".
Houston preparó planes paralelos, previendo que Leo Messi y Jordi Alba podían recuperarse de sus lesiones y jugar para Inter Miami, además de la opción en la que ambos exbarcelonistas no estaban, como finalmente ocurrió.
"A ellos les faltaban un jugador o dos", dijo Olsen a Susannah Collins, de CBS, “pero realmente no me importa, realmente no me importa”.
Una clase maestra
En la noche del miércoles, y a lo largo de toda la temporada, Houston ha demostrado por qué Olsen mantuvo la confianza de D.C. United y sus aficionados durante casi una década, pese a muchas decepciones. Y por qué el Dynamo lo eligió para liderar el proyecto de reconstrucción de su proyecto bajo la propiedad de Ted Sigal. que ahora da un gran paso al ganar el segundo título de Open Cup y cuarto gran trofeo en la historia del club.
"Es enorme para el club, es enorme para el equipo, es enorme para todo el mundo en Houston", expresó Dorsey mientras celebraba con sus compañeros. "Creo que no la hemos pasado bien como Houston Dynamo, y esto es algo que nos pondrá en el mapa, y muestra que somos un equipo que compite en la MLS, Open Cup, Leagues Cup, y cualquier copa en la que juguemos, en cualquier liga que juguemos".
Herrara no dudó al poner el foco sobre el lateral derecho en las últimas semanas de la campaña del Dynamo. en la que están en el corazón de los Playoffs de la Conferencia Oeste, donde podrían convertirse en uno de los 'caballos negros' de la MLS.
"Creo que es una gran inyección para nosotros, un gran empuje", dijo el internacional mexicano a Nico Cantor, de CBS. "Quedan cuatro partidos que van a ser muy importantes, especialmente los que son en casa. Es una gran motivación terminar la temporada".
Los visitantes fueron impactantemente dominantes en el primer tiempo, controlando el ritmo, creando oportunidad tras oportunidad, y haciendo que Miami fuera por detrás. Lo que determinó que en el segundo tiempo Tata Martino hiciera algunos cambios tácticos que rompieron el equilibrio, y forzaron a Houston a sufrir bastante hasta el final.
"Mostramos dos caras, y a lo largo de la temporada, tuvimos que confiar en ambas", comentó Olsen. "Cuando las cosas salían bien, movíamos la pelota y éramos peligrosos. Y luego, en el descanso y durante la mayor parte del segundo tiempo, se trató de la resiliencia, y de adaptarnos un poco, a veces más de lo que queríamos, pero pudimos superarlo. Y en esta liga tienes que hacer las dos cosas. No puedes jugar un partido entero a un nivel muy alto".
Proyecto Houston
El del miércoles por la noche fue el tercer triunfo para Olsen en la Open Cup, que se define como "un romántico" cuando se trata de esta joya del fútbol doméstico, de más de un siglo de historia en la escena doméstica: una como jugador, y dos como entrenador.
Tras llegar a Bayou City en el invierno, luego de más de dos décadas en D.C., el Dynamo contrató a Olsen para devolver al club a las alturas de sus primeros años en la ciudad y la liga. Segal, el gerente general Pat Onstad y el secretario técnico Asher Mendelsohn intentan encender plenamente al equipo como local.
"Necesitamos ganar partidos en Houston, no importa si son en Open Cup o en Leagues Cup", dijo el entrenador. "Para que te crean como técnico es necesario ganar -y eso incluye a la Open Cup- para tratar de cambiar la cultura aquí.
"Cuando llegué a Houston", recordó, "todo el mundo dijo: este es el lugar, no hay mucho respeto por nosotros y casi somos invisibles. Y luego vi de primera mano lo que pasó durante los dos primeros meses. Y ese es nuestro trabajo. De eso se trató lo de esta noche. Eso es lo que significa ganar partidos e intentar clasificar a la postemporada. Este proceso de volver a poner a Houston en el mapa y de asegurarnos de que el nuestro es un equipo de Playoffs que es consistente y juega de manera consistente por trofeos".
Fotos de Devin L'Amoreaux