La película de Messi en MLS tiene un comienzo tan potente que, casi, no importa cuál y cómo será su final.
Arrancó el 21 de julio de 2023 en el Chase Stadium ante Cruz Azul por la Leagues Cup. Inter Miami llega a este estreno copero en una versión mediocre. Arrastra una racha de seis partidos sin victorias con 3 empates y 3 derrotas. Llega a esta competición que incluye a todos los equipos de la MLS y México, con la certeza de que le será muy difícil jugar los Playoffs de la MLS Cup.
Arranca otra historia
Tras la destitución de Phil Neville, el interinato de Javier Morales ejerce de puente para la llegada como director técnico de ‘Tata’ Martino. El campeón con Atlanta United en 2018 regresa a Major League Soccer tras un traumático paso por la selección mexicana, finalizado luego del Mundial de Qatar. El baño de realidad llega en su primer partido: una contundente derrota 3-0 ante St. Louis, apenas seis días antes de que todo cambie definitivamente.
Ningún espectador ni telespectador piensan en este contexto tan negativo que envuelve al equipo. Todos sabemos que arranca otra historia. Tras una presentación con lluvia y demoras por las tormentas veraniegas, Lionel Messi ha sido convocado para la gran función de apertura.
Comienza como suplente, al igual que Sergio Busquets, el otro refuerzo estelar. Su presencia en el banco no le quita ni un gramo de expectativa al show. Al revés. El espectáculo está en ese cubículo donde los futbolistas miran el juego y esperan su oportunidad. El director de la transmisión lo tiene claro. Hay más planos de Messi que de los que están jugando. Toma cada reacción de Leo ante lo que pasa en el juego y lo pone en pantalla.
Robert Taylor se manda un golazo antes del final del primer tiempo y la celebración del 10 tiene una secuencia propia. Entra en calor apenas iniciado el segundo tiempo. El estadio se viene abajo. A los 10 minutos, se produce el ingreso de la estrella. Las celebridades agarran sus teléfonos celulares y empiezan a filmar desde sus posiciones privilegiadas. Uriel Antuna ejerce de intruso en la fiesta y empata para ‘la Máquina Cementera’. Cruz Azul está para ganarlo pero Drake Callender ataja hasta el viento. Leo no brilla. Ofrece como siempre esos toques de calidad, pero no alcanzan.
El rendimiento del equipo es una continuidad de la mediocridad de todo el año. Pero a falta de un minuto de los dos adicionados, el árbitro Said Martinez señala una falta dudosa de Jesús Dueñas sobre el hombre de la noche. Será el último acto de una gala hasta allí magra. Hay una mezcla de certeza e incertidumbre en el ambiente. Todos sabemos que Lionel Andrés Messi hará el gol de tiro libre y se llevará todos los reflectores una vez mas en su carrera. Los hinchas graban con sus cámaras lo que parece inevitable. ¿Dónde está la incertidumbre? En cómo lo va a hacer. Si con un remate fuerte al palo del arquero o con un chanfle superando la barrera.
Elige la segunda opción, más poética. Showtime. Inter Miami 2 - Cruz Azul 1. Un mes después, Lionel Messi gana su título número 43 como futbolista profesional, la Leagues Cup. Hace 18 años que es el mejor de todos en el deporte más popular y practicado del planeta. Se ha reinventado como jugador tantas veces como le fue necesario, de acuerdo con cada contexto que le tocó afrontar.
Su coeficiente intelectual futbolero está lejísimos del segundo. Siempre ha mejorado a sus compañeros. Nunca su equipo jugó mejor sin él. Su impacto en la MLS es comparable con el de Michael Jordan en la NBA. La dinastía como concepto del dominio. Ser inevitable para los rivales. La búsqueda de la excelencia. Dejar registro de, al menos, una jugada maravillosa por partido para que la comentemos asombrados: “¿Viste lo que hizo?”. Profesionalismo al 1000 por ciento, dentro y fuera de la cancha. Bestias competitivas. Ganar, ganar y ganar. Jugar siempre. La sensibilidad para entender que también juegan para el público que compra una entrada y quiere disfrutar de la experiencia única de verlos en la cancha. El capital de ambos siempre ha sido lo que hacen dentro de la cancha. Su valor siempre ha sido más alto que su costo. No hay precio posible para su pase.
Revolución Messi
Estados Unidos vive la revolución Messi. Fort Lauderdale se ha transformado en Hollywood: Kim Kardashian, Marc Anthony, Maluma y más acompañan al genio. Mientras tanto, él celebra los goles en casa con sus hijos y les hace coreografías de Marvel: Spiderman, Thor, Black Panther. Antonella tiene su marca personal con una cámara que la sigue hasta cuando reta a alguno de los chicos. Post partido, se transmite el picado que juegan Thiago, Mateo y Ciro con sus amigos en la misma cancha. Los dos años en Francia habían sido demasiado complicados para la dinámica familiar. Festejar un gol con sus hijos en pleno campo le da sentido a todo.
Como MJ, también se lo toma como algo personal. Se pelea con los contrarios. Los argentinos rivales se pelean por su camiseta, lo abrazan y le agradecen como cualquiera de nosotros. El mejor Messi siempre es el último, dijo alguna vez Pablo Aimar.
Post Rusia 2018, empezó a construir una versión maravillosa: el Messi mentor. Es mucho más que líder. No solamente predica con el ejemplo, algo que hizo siempre. Habla, aconseja, pregunta, escucha. Se preocupa por sus compañeros dentro y fuera de la cancha. El Messi Mentor es el mejor de todos. Desde el 18 de diciembre de 2022 está en control total de su atmósfera dentro y fuera de la cancha. En paz. Libre. Y en un lugar ideal para esta etapa de su vida.
Si Michael Jordan ha sido su principal producto de exportación en el deporte, Lionel Messi les ha traído el mejor show del fútbol, el deporte rey. Ha conquistado inmediatamente Estados Unidos sin haber dicho públicamente una sola palabra en inglés. No lo necesita. Él juega, posa, sonríe y vuelve a jugar. Sus patrocinadores explotan esa imagen que no necesita de palabras. Es el juego, es lo que hace. La Messi-Manía se esparce por todo el país. Su impacto en USA se resume en esa imagen icónica de LeBron James filmándolo con su celular desde un palco del Chase Stadium. O con el abrazo de Patrick Mahomes antes de un partido.
En su primer año completo en la MLS (Messi League Soccer), Leo ha llevado a Inter Miami a ser el mejor equipo de la competición. Dominó la temporada regular con autoridad y se clasificó al Mundial de Clubes de 2025. Los Playoffs, una definición inédita para Messi en términos de liga, arrancaron con victoria como local ante Atlanta. Tendrá ventaja de la localía hasta el final del viaje. Las lesiones interrumpieron su desfile pero su rendimiento ha sido determinante. Su regreso post lesión en la final de la Copa América llegó en el momento más oportuno. He is ready.
Con la naturalidad de un bostezo, llegó a los 20 goles (ya es el máximo artillero en la corta historia del club) y 11 pases gol en apenas 20 partidos. Por supuesto que no está solo. Lo acompaña un grupo de amigos que se sigue divirtiendo como en la época de Barcelona, jugadores jóvenes que viven el sueño de tener a su ídolo de compañero y futbolistas de clase media que encontraron en Miami un nuevo comienzo para sus carreras al lado del mejor futbolista de la historia.
Inter Miami y Leo Messi están embarcados en una misión: levantar la MLS Cup el sábado 7 de diciembre. La sensación se parece a aquella que sobrevolaba por el estadio antes del gol de tiro libre ante Cruz Azul, esa mezcla de certeza e incertidumbre. Pero esto aún no ha terminado. Es fútbol, un deporte donde podés ganar un partido sin patear al arco. No siempre gana el que juega mejor. El margen de azar es mucho mayor que en otros deportes colectivos. Sa valora en juego pero se mide en goles. Todo puede pasar. Lionel Messi, la rutina de lo extraordinario, lo sabe mejor que nadie. Y todos sabemos que, si hay alguien capaz de hacer que lo imposible suceda, ese es él. El mejor deportista de todos los tiempos. ¡Showtime!
Juan Pablo Vasrsky es uno de los principales periodistas deportivos de Argentina. En la actualidad trabaja para las cadenas DSports, TNT Sports y Telefe, además de ser propietario del canal Clank!. Puedes seguirlo en sus redes sociales en @JPVarsky.