La Oficina del Censo de Estados Unidos confirmó el mes pasado que el 40,2% de los texanos -unos 12 millones de personas- cuentan con raíces en América Latina. Eso significa que los habitantes con raíces latinas o hispanas constituyen el grupo demográfico más grande en el estado. Un gran porcentaje de esa nueva mayoría se identifica como hispana, con orígenes en países habla en español.
Mientras esos datos demográficos siguen cambiando, los tres equipos de Major League Soccer en Texas tienen por delante la crítica tarea de conectar y crear espacios comunes para los aficionados al fútbol hispanos. Han habido momentos de éxito en ese intento. Aunque también han habido muchos fracasos. Pero cada uno de esos equipos reconoce la importancia de los aficionados hispanos dentro de su ecosistema. Y algunos de esos aficionados han desarrollado conexiones más profundas con su club.
Conexiones perdidas
FC Dallas entró a la liga como el primer equipo de MLS en Texas. Desde 1996 a 2002, y entre 2004 y 2005, el club -entonces conocido como Dallas Burn- jugaba principalmente sus partidos como local en Cotton Bowl, muy cerca del centro de Dallas. En agosto de 2005 el equipo se mudó a su propio estadio, en Frisco, a unos 50 kilómetros del centro de la ciudad, y en ese momento la demografía del público que seguía al equipo cambió de manera radical: si bien la población de Dallas es en un 42% latina, en Frisco la porción se reduce a un 12,7%.
"Cuando estábamos en el centro de Dallas, en Cotton Bowl, teníamos una base de aficionados hispanos realmente buena, porque era local", explicó Ignacio Barbero, abonado de temporada de FC Dallas desde hace tiempo. "Entiendo las razones del cambio: es un estadio hermoso, las instalaciones son fantásticas, de clase mundial. Pero 20 años atrás perdimos a un montón de aficionados hispanos cuando construyeron el estadio".
Barbero es un abonado de temporada desde 1997. Ubica una bandera de Argentina sobre las barandas antes de cada partido. Durante los primeros días de esa mudanza a Frisco, no había mucha gente que pudiera identificarse con esa bandera, o con cualquier bandera latinoamericana.
Radio de alcance
Eso ha cambiado con el paso de los años. Los esfuerzos de colaboración entre MLS y Liga MX, además de una creciente lista de muy destacados canteranos y de estrellas hispanas en Dallas y en el resto de la liga, han contribuido a la formación de un público cada vez más diverso. Incluso en los últimos meses, Leagues Cup y Lionel Messi han generado un sostenido interés de los aficionados hispanos en Frisco.
La cantidad de público ha ido aumentando para FC Dallas en los últimos años. En la pasada temporada, registraron la mayor cantidad de público desde 2014.
Como club, Dallas asegura que enfoca su alcance local en el fútbol juvenil, clínicas de fútbol que organizan cada año en su centro de entrenamiento. También ha habido un interés en el mercadeo bilingüe que puede servir como primera aproximación a los fans hispanos. Ahora, con todas esas iniciativas en marcha, un nuevo desafío se presenta para FC Dallas: convencer a los nuevos seguidores para que retornen.
"Creo que hay algunas maneras de seguir haciéndolo crecer. Creo que están haciendo un buen trabajo con lo que han hecho hasta ahora", comentó Barbero. "Tienen que mantenerse bilingües. Se sorprenderían al saber que mucha de la gente que viene a ver partidos no habla mucho inglés. Tienes que entender gente bilingüe que pueda ayudarlos en el estadio".
"Pero, en general, han hecho mucho. Hay mucho más color en el estadio en Frisco del que alguna vez esperé, y es algo hermoso".
Una línea de comunicación con los aficionados
Juan Ortega se convirtió en abonado de temporada de Houston Dynamo FC durante la temporada inaugural del club, gracias a dos clubes muy lejanos a Houston.
"Fuimos a un par de partidos cuando nos enteramos que Houston iba a tener un equipo. Pero no fue hasta el verano cuando nuestro equipo en México, el Club América, vino", recordó Ortega. "Jugaron contra Barcelona aquí. Cuando lo anunciaron, fue algo muy grande".
"Los equipos europeos no venían tanto de gira a Estados Unidos como lo hacen ahora. Anunciaron que podías entrar en una preventa si eras abonado de temporada. Para ir a ese partido, compramos el abono de temporada para el Dynamo y fuimos a ese partido con un propósito diferente en mente. Fui al resto de la temporada, y eso me enganchó".
Ortega creció viendo al Club América los domingos por la tarde. Ahora, es un integrante del grupo de aficionados llamado 'The Texian Army', buscando crear el tipo de atmósfera que lo hacía volver, incluso tiempo después de ese partido entre 'las Águilas' y el Barcelona.
"Cuando ves a niños pequeños con la camiseta de Messi, sabes que los han traído aquí. Así que nuestra esperanza es convencerlos, hacerlos entrar en esta atmósfera, que vean de qué se trata e intentar que regresen con una camiseta del Dynamo", dijo Ortega.
"Ni una sola persona que hemos traído al estadio, a la sección de aficionados, al Texian Army, y la atmósfera que se crea... Nunguno de ellos ha tenido una mala experiencia. Siempre regresan. Siempre lo pasan bien".
Más allá del Mes de la Herencia Hispana
Ortega y el club tienen objetivos comunes para seguir hacer creciendo a la base de aficionados. Los hispanos son un factor crítico de ese crecimiento. La población de Houston es en un 44,5% hispana o latina. El club asegura que el 60% de su público se identifica como Hispano.
"Queremos no solo pensar en cómo nos vinculamos con la comunidad no solo entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre", señaló SJ Luedtke, máximo responsable del mercadeo de Houston. Ciertamente queremos ampliar las cosas durante ese período, pero estamos pensando realmente en cómo tener puntos de conexión a lo largo del año".
Además de asociarse con restaurantes y artistas locales, esos puntos de conexión florecen cuando se crean oportunidades de jugar. Hay 17 mini-canchas en todo Houston que brindan espacios donde jugar, y el Dynamo (junto con el equipo femenino de Houston Dash, en la NWSL), organizan eventos de 'Futbolito in the City' durante todo el verano y el otoño. El programa ofrece entrenadores para niños entre 6 y 14 años.
"Para nosotros, se trata realmente de ganar los corazones y mentes de nuestros aficionados, y -obviamente- un gran parte de ellos están en la comunidad hispana. Así que para nosotros, se trata de hacerlo de pies a cabeza, estar en los barrios y estar presentes. Mostrarnos de la manera adecuada. Brindar ayuda. Encontrar formas de inspirar, de servir y ayudar a las comunidades que lo necesitan. Creo que esa seá un tema de conversación para nosotros como club en el futuro cercano y más allá", comentó Luedtke.
De acuerdo con Ortega, los intentos de acercamiento de parte del club no siempre fueron perfectos. Pero sí han mejorado a lo largo del tiempo. Mientras esos esfuerzos (y el equipo en sí) siguen mejorando, buenas cosas llegarán a Houston y en toda la MLS.
"El club tiene en mente a las madres con niños en edad de jugar al fútbol, y tuvieron esa mentalidad y espíritu de alentar al equipo. Y esa no sirve para nosotros. No es lo que nos gusta. Ahora estamos viendo cosas en español, y están ahí afuera. Están construyendo mini-canchas, o lugares donde jugar 'cascaritas' en la ciudad y en diferentes áreas de Houston", contó Ortega.
"En general, estamos muy entusiasmados con el equipo ahora. Nuestro amor viene desde la forma en la que nos criamos, desde nuestras raíces hispanas. Y eso es lo que nos mantiene activos. El amor por el deporte. Y creo que mientras eso crece, la liga va a ser enorme".
Construyendo una comunidad
Bitia Buenrostro llegó a Austin desde Matamoros, México, como estudiante de la University of Texas. En Matamoros, el fútbol era importante. En Austin, antes de la era de la MLS, los aficionados al deporte eran difíciles de encontrar, al menos hasta que ella y una amiga de México encontraron un lugar donde ver los partidos de El Tri durante la Copa del Mundo de 2018.
"Debido al círculo en el que estaba, era difícil para mí conectar con mi comunidad, y durante mucho tiempo fue duro", explicó Buenrostro. “Hasta que encontramos un lugar al que iban todos los aficionados de México para ver los partidos, y pensamos '¿De dónde son estas personas? ¿Por qué no las conocíamos?'".
Los Mundiales llegan y se van rápidamente. Pero solo le costó un momento a Buenrostro encontrar a esa gente nuevamente cuando Austin FC llegó en 2021.
Durante la primera temporada del equipo, ella se involucró con Los Verdes, un grupo de aficionados de Austin FC. Ahora, es una integrante de la junta, rodeada de una comunidad de fútbol.
"Eso cambió mi vida. Se que suena un poco dramático, pero realmente eso pasó. Austin es un lugar progresivo, tiene muchas cosas que son muy buenas por cuestiones progresivas, pero la realidad es que durante mucho tiempo ha sido muy 'blanca'. Llegué por primera vez hace 20 años. Todavía sigue siendo un mundo muy 'blanco'", expresó Buenrostro.
"Pero luego llegó el equipo. Durante los últimos tres años he notado un cambio en nuestra ciudad, y eso me hace muy feliz y pone contento a mi corazoncito mexicano, porque el equipo ha unido a toda la comunidad latina".
Ha unido incluso a eso aficionados con los que Buenrostro miraba los partidos del Mundial. Ahora ella puede mirar a fotos de esos días y reconocer a nombres y rostros que ha llegado a conocer a través de Austin FC.
"Es terapéutico"
El club no hecho siempre bien las cosas cuando se trata de conectar con los aficionados hispanos. El lema “Listos! Verde!” no tiene sentido desde el punto de vista de la gramática como llamado a alentar al equipo. Tenían que cambiarlo, pero sin dudas brindó un lugar para los hispanos.
Lo puedes escuchar en historias como la de Buenrostro, y lo puedes escuchar en la gente que va al estadio los días de partido. La atmósfera de Austin FC es impulsada por La Murga, la banda de bronces y tambores que anida en la sección de aficionados. El talentoso grupo está formado por "una colección de hinchas del fútbol", y su sonido recuerda el estilo de barras de toda América Latina.
Los bombos y los instrumentos de viento tocan la melodía de canciones que se cantan tanto en inglés como en español, y gente como Kirk Mangum dirigen a la banda y a los aficionados.
“La murga viene de las bandas callejeras en Argentina. Hay una gran influencia ahí, con ese ritmo, esa onda y esa energía”, comento Mangum. “Tenemos letras en inglés y español. Y es interesante pensar que inicialmente nos preguntábamos '¿Cómo lo va a aprender la gente?' Especialmente, la gente que no habla español. Honestamente, es increíble. Ha unido a toda la gente, no solo a los latinos".
Mangum, un exseguidor de D.C. United gracias a su compatriota boliviano Marco Etcheverry, encontró un nuevo hogar con Austin FC y La Murga. Liderar a la banda y a los hinchas durante el partido a veces significa perderse algunas grandes jugadas, pero es algo que vale la pena por las conexiones que ha hecho con gente que viene de diferentes países de América Latina.
A nivel personal, es algo que brinda un escape.
"Lo que La Murga significó para mí... Ha sido mi familia, ser el capo de la afición ha sido una terapia. Algo liberador para mí. Todo con lo que lidiamos de manera diaria, con las preocupaciones de la vida. Cosas diferentes y obstáculos. Nos reunimos para divertirnos, y básicamente compartir esta experiencia en la que yo llamo nuestra 'iglesia'".
"Realmente, no miro el partido. Todo el tiempo, miro a la gente. Y ellos me dicen "Eso tiene que apestar, debe ser mucho trabajo". Honestamente, es terapia para mí, porque me conecto con todo el mundo a un nivel diferente. Tomo mi papel muy seriamente en términos de comunidad y el papel que cumplimos".
"Ha sido un gran honor, ha sido muy importante. Lo necesito como necesito el aire. Ya no se trata del fútbol. Pese a que mi primer amor es el fútbol, esto ha crecido para ser algo más grande de lo que alguna vez imaginé".
Todavía hay mucho por hacer. La comunidad de Austin FC puede expandirse y brindar lugares de pertenencia, como los de Buenrostro y Mangum. Todavía son días y años iniciales en la vida del club. Y las cosas avanzan por el camino adecuado.
"Todo es parte de nuestra cultura, de nuestro ADN", finalizó Mangum. “Así que ha sido algo muy bueno de ver. Espero que continúe. Honestamente, pienso que desde aquí, solo puede crecer".