El fútbol de Estados Unidos está viviendo una nueva ola de entusiasmo gracias a la llegada de Son Heung-Min a LAFC.
En apenas unos partidos, el astro surcoreano ha dejado claro que no es un refuerzo más, sino una figura destinada a marcar época en la Major League Soccer. Su influencia es palpable no solo en el terreno de juego, donde ya acumula dos goles y una asistencia, sino también fuera de él, atrayendo multitudes y generando un interés que pocas estrellas logran en tan poco tiempo.
La más reciente prueba de su magnetismo se vivió en el Levi’s Stadium de Santa Clara, donde 50,978 espectadores rompieron el récord de asistencia de los San Jose Earthquakes en temporada regular y presenciaron la victoria de 2-4 de LAFC.
La magia de 'Sonny'
El dato es revelador: esa multitud acudió en gran parte por la oportunidad de ver a “Sonny” en acción. Y él no decepcionó. Apenas habían transcurrido 54 segundos de partido cuando Son abrió el marcador, firmando el tercer gol más rápido en la historia de LAFC en temporada regular.
El efecto Son va más allá de los números individuales. Su sola presencia eleva a sus compañeros y potencia la capacidad ofensiva del equipo. Frente a San Jose, Denis Bouanga brilló con un hat-trick que lo llevó a empatar los 93 goles históricos de Carlos Vela con los ‘Negro y Oro’.
El entendimiento entre Bouanga y Son es ya uno de los temas más comentados en la MLS: un dúo que combina velocidad, técnica y una capacidad demoledora para definir partidos. Con ellos en ataque, LAFC se perfila como un candidato serio y temible en los próximos MLS Cup Playoffs.
El impacto de Son en la liga también merece destacarse. A diferencia de otros fichajes de renombre que aterrizan en la MLS hacia el ocaso de su carrera, el surcoreano aún se encuentra en un punto de alto rendimiento competitivo.
Sus actuaciones generan atención global, sobre todo en mercados asiáticos donde su figura es venerada. Para la MLS, tener a Son significa no solo espectáculo deportivo, sino también la apertura a nuevas audiencias y oportunidades comerciales que consolidan su estatus de liga en crecimiento.
Consolidación inmediata
El recibimiento de los aficionados confirma que Son ha caído de pie en Estados Unidos. Cada vez que toca el balón, se percibe expectación. Cada desmarque, cada regate, cada intento de disparo alimenta la sensación de estar viendo a una superestrella mundial en un entorno más cercano e inmediato que las grandes ligas europeas. Esa conexión directa con la gente es lo que convierte a Son en un fenómeno capaz de elevar la percepción de la MLS en el panorama internacional.
El aterrizaje de Son Heung-Min en LAFC ha tenido un efecto inmediato: revitalizar al club, potenciar a sus compañeros y atraer multitudes ansiosas de ver a una estrella mundial en acción.
Con Bouanga a su lado, LAFC cuenta con un ataque de élite que lo coloca entre los máximos favoritos para levantar la MLS Cup. Pero más allá de los trofeos, lo que ya es indiscutible es que Son ha cambiado la narrativa: todos quieren verlo jugar, y su sola presencia en la liga ya es historia.
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