En nombre de Puig: Gastón Brugman fue el héroe inesperado del Galaxy campeón

Brugman Puig

Greg Vanney afrontó en la previa de la MLS Cup un gran desafío. La baja por la rotura del ligamento cruzado de Riqui Puig, el líder creativo, espiritual y futbolístico de Los Ángeles Galaxy, representaba un problema mayúsculo para la franquicia angelina. Si bien es cierto que el club angelino se caracteriza por la profundidad de su plantel, matizar la baja del irremplazable enganche español no sería una tarea sencilla.

Pero Vanney, ahora bicampeón de la MLS Cup tras el título conquistado en 2017 con Toronto FC, tenía un as guardado bajo la manga, un nombre que había jugado a cuenta gotas durante la postemporada. Cuando el mundo suponía que la estrella alemana Marco Reus se iba a hacer cargo del departamento creativo sin Puig dentro del campo de juego, el entrenador pateó el tablero, reestructuró la fisonomía de su equipo y redefinió el mediocampo con una composición poco común.

Porque hasta la final celebrada en el Dignity Health Sports Park, el uruguayo Gastón Brugman apenas había participado en los cuatro encuentros de los Playoffs ingresando desde el banco de suplentes y acumulando apenas 42 minutos repartidos en los 14' del debut ante Colorado, en los 25' que completó en el cierre de la primera ronda de ante los Rapids, el minuto de ante Colorado (14') y el segundo (25'), el minuto en la semifinal de conferencia ante Minnesota y los 120 segundos en la definición por el Oeste ante Seattle. Su postemporada fue una continuidad de la campaña regular, donde disputó apenas 12 encuentros como titular e ingresó en otros diez juegos.

Y la decisión de Vanney no podría haber sido más acertada: el Galaxy fue campeón al vencer por 2-1 a New York Red Bulls en una definición dramática en la que Brugman fue elegido como el Jugador Más Valioso de la final tras un rendimiento colosal. "Cuando salimos del último partido y supimos que íbamos a jugar contra NYRB era una ecisión difícil porque teníamos a Diego (Fagúndez) y a Marco (Reus). Pero para mí se iba a tratar de las batallas en el mediocampo. Gastón fue capaz de aparecer en los momentos importantes, en ataque y defensa, y metió el pase. Es un guerrero, uno de los líderes del vestuario, y estoy muy feliz porque estuvo espectacular y fue el factor diferencial hoy", analizó Vaney en la conferencia de prensa post partido.

Como si el espíritu de Puig se hubiera adueñado del volante uruguayo de 32 años, el héroe de la tarde en Carson destrabó el partido con un maravilloso pase filtrado para servirle el 1-0 a Joseph Paintsil a los nueve minutos del primer encuentro. La daga fue una poesía, un toque propio del líder futbolístico que le tocó reemplazar.

"¡A media parte le he dicho que vaya uno-dos ha hecho en el mediocampo y qué pase al espacio! -contó Puig post consagración sobre sus elogios a Brugman-. Ha hecho un partidazo, se merece el MVP, ha sido un año muy complicado para él porque ha tenido una lesión que lo ha molestado mucho. Hoy se ha puesto la capa, ha tirado del equipo. como persona es una bellísima persona, tiene una familia increíble. Estoy orgulloso de él y hoy ha hecho que el Galaxy jugase más".

Titular por última vez en la victoria del pasado 5 de octubre ante Austin, el mediocampista charrúa demostró su personalidad para hacerse cargo de una función de suma complejidad en el escenario más caliente del año. Porque además del pase gol, Brugman fue fundamental en un mediocampo reconvertido en el corazón del equipo en base a su sacrificio, la entrega y el despliegue.

Recién el martes se enteró de que iba a ser titular, una noticia que alimentó sus sueños de campeón: "No me preparé solo en esta semana. Es un proceso de todo el año entrenando, el problema del la rodilla, pero llegué muy bien. Cuando me enteré el martes que iba a jugar, estaba pronto y eso es lo más importante. Pude demostrar un poco de calidad, pude demostrar un poco de garra, y eso es lo más importante".

Vanney salió a la cancha con un tridente formado por Edwin Cerrillo, Marco Delgado y Brugman. El entrenador decidió modificar intrínsecamente su plan habitual ante la ausencia de Puig: le cedió la pelota a New York Red Bulls y se defendió en un bloque medio que le permitía salir de contra. En el repliegue fueron claves los tres mediocampistas y en la rápida salida de contra se lució especialmente Brugman, pisando tres cuartos de la cancha rival y tomando buenas decisiones en el último tercio.

La función de Brugman duró hasta los 74 minutos, cuando Vanney decidió reemplazarlo por el teutón Marco Reus. Pero el uruguayo ya había hecho méritos suficientes para quedarse con el trofeo al MVP para grabar su nombre en la eternidad en un listado que cuenta con varios de los mejores de la historia de la Major League Soccer. El trofeo reposará en su casa en Uruguay, en un museo personal en donde luce diferentes camisetas y los trofeos que recibió a lo largo de su historia: "Este es el premio al sacrificio, al trabajo, a saber esperar. Obviamente con momentos de calentura, pero estoy muy feliz, disfrutando este momento. Por ahí los jugadores pasamos por tiempos malos y son pocos los tiempos donde se disfruta. Y esto es para disfrutar".

Brugman MVP

Para el mediocampistas nacido hace 32 años en Rosario, Uruguay, el título es uno de los momentos más importantes de su carrera. Tras haber ascendido a través del sistema juvenil de Peñarol, se mudó a Italia para jugar en el Empoli. Tras algunos préstamos fuera del equipo, se instaló definitivamente en un Pescara en el que completó más de 150 partidos. Tras vestir también las camisetas del Parma y el Oviedo, en julio de 2022 aterrizó en la Major League Soccer para vestir la camiseta del Galaxy.

"Es un día increíble. He esperado este momento durante mucho tiempo. Estoy muy feliz por los aficionados, por Riqui, por el club y por nosotros. Es un día increíble. Mirá a los aficionados, es un ambiente increíble, el estadio, la ciudad. Los hinchas estaban esperando este momento. Estoy contento porque estamos en un buen momento, ha sido un buen año. Ahora es el momento de ser feliz", declaró el flamante Jugador Más Valioso que también se tomó una revancha personal: hace diez años había caído en la final por la promoción con el Pescara ante el Bologna, la única que había disputado en su carrera hasta su consagración con el Galaxy.