La gira de pretemporada de Inter Miami CF -una Vuelta al Mundo en (menos de) Ochenta Días- que pasó por El Salvador y Dallas, y ahora tocará destinos como Arabia Saudita, Hong Kong, Japón, para regresar a Miami, está en pleno funcioamiento.
Pero, mientras el plantel de Tata Martino da la vuelta al planeta, hay algunas preguntas que deberían ser respondidas antes del debut en la temporada regular en 21 de febrero ante Real Salt Lake (8 pm ET | MLS Season Pass).
La expectativas son altísimas antes del inicio oficial de la campaña 2024, probablemente como nunca antes ocurrió en la historia de la MLS.
Ya sabemos que habrá mucho juego combinado entre Lionel Messi y Luis Suárez, y ocasionalmente las otras dos piezas de 'los Cuatro Fantásticos'.
Pudimos ver algo de eso sobre el final de la semana pasada en el partido ante la selección de El Salvador:
¿Pero, qué pasa con el resto de las piezas del rompecabezas?
Mientras la pretemporada sigue, Martino prestará atención a cómo funciona el resto del ataque alrededor de esas estrellas. El recién llegado Julian Gressel será sin dudas una parte crucial; si el internacional estadounidense aprende a leer los movimientos de Suárez y Messi cuando están en el área, Inter Miami será mucho más complicado de detener. El año pasado, Miami solo jugaba en una dimensión en el tercio final, canalizando todo a través de Messi. Este año, el argentino tendrá ayuda en la delantera.
Ahora, habrá preguntas sobre la mejor forma de Miami: Martino prefirió un 4-3-3 el año pasado, con un poco de 3-5-2 en el camino. Esa tendencia puede cambiar este año, ya que Miami pasó más tiempo entrenando el 3-5-2 en la pretemporada.
Independientemente de la formación que prevalezca, la capacidad del Inter Miami para crear oportunidades en ambas formas mientras aplica sólidos principios de defensa en descanso será clave a medida que afronten varias competiciones en 2024.
El volante ofensivo de 21 años sufrió una devastadora lesión en el partido entre Miami y El Salvador.
No hay manera de convertir esto en algo positivo: apesta. No se puede evitar sentir pena por Farías, cuyo rostro reflejaba verdadera preocupación desde el momento en que cayó en el Estadio Cuscatlán. Las lesiones son a menudo la peor parte de los deportes, y ese es en gran medida el caso de Farías, quien ahora está lidiando con la segunda lesión del ligamento cruzado anterior de su joven carrera.
Mientras facilitan el proceso de recuperación del argentino, Miami tiene que determinar qué hacer sin Farías. ¿Intentan sacar suficientes minutos de piezas de profundidad en otras partes del equipo para cubrir su ausencia? ¿O pondrán a Farías en la lista de lesionados de fin de temporada para liberar su lugar en la lista de jugadores de la Iniciativa U22 y fichar a un reemplazo, siempre que el nuevo jugador los mantenga dentro del tope salarial?
Dada la disposición de Miami a gastar, me sorprendería que no opten por esa segunda opción. Aunque podría crear una acumulación de sub-22 para 2025, fichar a otro atacante que pueda jugar 2.500 minutos en todas las competiciones será clave mientras Martino busca rotar su equipo. Todos en Miami querrán que ese jugador sea fichado e integrado lo antes posible.
En un giro divertido, potencialmente inspirado en Wilfried Nancy, Miami se quedó sin DeAndre Yedlin como central derecho en un 3-5-2 para iniciar su pretemporada contra El Salvador. Yedlin, un lateral derecho veterano, no brilló en ese papel... pero tampoco se desmoronó. ¿Tiene futuro allí el internacional estadounidense de 30 años? La presencia de Yedlin como defensa central del lado derecho despeja espacio para que Gressel mantenga el ancho como lateral en ese mismo lado.
A medida que avance la pretemporada, Miami tendrá una mejor lectura sobre si Yedlin es una opción legítima como defensa central. Si lo es, un equipo que ya es tácticamente flexible se vuelve aún más flexible. Pero también vale la pena señalar cómo Yedlin volvió a su rol más típico de lateral externo para el enfrentamiento de Miami contra FC Dallas.
La defensa de Miami se reforzó con la adición de Nicolás Freire, un zaguero de 29 años que llega desde Pumas UNAM de la Liga MX. Freire, Tomás Avilés (de 19 años) y el veterano Sergii Kryvtsov, junto con Noah Allen, Yedlin y un par más de opciones de profundidad, conforman un sólido grupo de centrales. Cómo esos jugadores se combinan y aprenden a complementarse entre sí será uno de los temas definitorios de la pretemporada de Miami.
Sergio Busquets es el jefe. Lo fue en FC Barcelona. Lo fue en España. Lo es en Miami.
Para maximizar los toques y el impacto de Busquets en 2024, los otros mediocampistas centrales de Miami deben estar activos en cada fase del juego. Tienen que atacar el balón rápidamente después de que Miami lo pierda. Hay que presionar para generar pérdidas de balón que acaban en los pies de Busquets. Tienen que alejarse bien del balón para crear líneas de pase, o incluso pequeños trozos de hierba verde, que Busquets pueda encontrar.
Gregore, ex mediocampista incondicional de Miami que se recuperó de una lesión en el pie a fines de 2023, será responsable de hacer todas esas cosas. Es probable que sea el veterano número 8, mientras que Benjamín Cremaschi y Diego Gómez compiten por el otro puesto número 8, con Jean Mota luchando también por minutos. ¿La contra? Gregore apenas ha jugado como doble número 8 frente a un único pivote en su carrera en la MLS. En cambio, ha jugado principalmente como medio doble pivote detrás de un número 10.
En pretemporada, estaremos más cerca de descubrir cómo encaja Gregore en el grupo del mediocampo de Miami. Veremos qué tan agresivo es junto a Busquets y cómo esos dos trabajan juntos para ayudar a controlar los juegos. Si pueden encontrar el equilibrio adecuado, es fácil imaginar que Miami cause grandes problemas a los equipos contrarios, incluso cuando esos equipos se agotan para detener a Busquets.
En 2023 Messi y su número 9 formarían un bloque de dos delanteros, mientras que los otros ocho jugadores de campo formarían dos bancos de protección detrás de ellos. Por momentos, Miami presionaba. Pero su enfoque típico cuando jugaban contra el balón implicaba mucha defensa en un bloque medio 4-4-2 o 5-3-2.
Dado que la llegada de Suárez refuerza la necesidad de un enfoque compacto detrás de la línea del frente, podemos esperar esos mismos principios este año.
Pero ahora que la cinta de Miami circula por el mundo del fútbol, ¿cómo reaccionarán cuando los equipos elaboren planes de juego inteligentes para romper su bloqueo?
Acertar en las rotaciones defensivas en todo el equipo será esencial durante una larga temporada llena de oponentes que tienen el nombre de 'las Garzas' en sus respectivos calendarios. Para los individuos, especialmente los jugadores del lado derecho de Miami que tienen la tarea de cubrir parte del terreno de Messi, la pretemporada es el momento de mostrar una dedicación defensiva total.
Si va a haber una grieta en la temporada 2024 del Inter Miami, probablemente será en su sistema defensivo o en su ejecución. La pretemporada, entonces, es un buen momento para empezar a resolver los problemas.
