Luciano Acosta: Joya de Boca, “Robin” de Wayne Rooney, y máximo ídolo de Cincinnati

Hugo Chávez Barroso

Lo de Luciano Acosta en 2023 fue auténticamente sobresaliente.

Anotó 17 goles, registro 14 asistencias, y fue MVP (Balón de Oro). En Playoffs sumo otro par de goles y otro par de asistencias.

A nivel colectivo, eso le alcanzó a FC Cincinnati para ser superlíder, sumar su primer trofeo en primera con el Supporters’ Shield, y llegar a la final de Conferencia.

En 2024 sigue siendo uno de los máximos exponentes de la liga con su accionar en Cincy. Un total de 9 goles, 15 asistencias y la nominación como posible capitán del All-Star Team, hasta ahora. Colectivamente, el club de Ohio es sublíder general y esta a solo un par de puntos del puntero Inter Miami (a quienes enfrentaran el sábado a las 7:30pm tiempo del este a través de MLS Season Pass).

Lucho se encuentra en un estado de gracia absoluto. Se puede argumentar que es el máximo ídolo en el “infierno” de Cincinnati. Ya es su máximo goleador y asistidor histórico. Hoy se dice fácil, pero antes hubo un peregrinaje con altibajos, triunfos y decepciones.

Joya de Boca Juniors

Boca Juniors apostó por él a pesar de la corta estatura de Luciano. En el Xeneize, desde las juveniles tuvo una férrea competencia – incluyendo disputar el puesto con Leandro Paredes.

En sus primeros duelos con la primera de Boca, sustituyó al legendario Juan Román Riquelme, y disputo varios super clásicos. Una carga masiva cuando se es apenas un adolescente de 19 años.

Sin embargo, los siguientes técnicos en Boca, decidieron que no entraba en sus planes y lo enviaron a préstamo primero a Estudiantes de la Plata y posteriormente al D.C. United en la MLS.

D.C. United, al lado de Wayne Rooney

En D.C. encontró la regularidad y a un mentor en Wayne Rooney. Formó una dupla con el inglés, quien constantemente elogió el talento de Acosta.

Fue memorable una noche en la que anoto un hat-trick, incluyendo el tercer tanto de ultimo minuto en el que Rooney fue a recuperar un balón hasta media cancha para evitar un gol inminente porque el arquero había ido a rematar. Luego envió un centro larguísimo, el cual remato – de cabeza – Lucho para desatar la locura.

PSG: lo que no pudo ser

Tras muy buenas campañas en la capital estadounidense, PSG tocó la puerta. Todo parecía arreglado para que Lucho se sumara al ‘dream team’ de la liga francesa.

Sin embargo, la transferencia se cayó a último momento. Un durísimo golpe en su carrera. Se quedo en MLS, pero en ese momento su rendimiento bajó un poco.

El exilio rojinegro

Fue entonces que se marchó al Atlas de Guadalajara en la Liga MX. Ahí tuvo destellos, pero los rojinegros atravesaban un muy mal momento. Acosta hacia lo que podía y era de lo poco rescatable en la escuadra mexicana.

Para su mala fortuna, tras su salida reconstruyeron al equipo y fueron bicampeones. O tal vez no, porque para él había otra cosa en su destino… Cincinnati.

“Hell is Real”: Hogar, dulce hogar

Si te dicen que vas al Infierno en algún lugar en Ohio, muy posiblemente no suene muy agradable. Sin embargo, fue en esa rivalidad donde Lucho encontró su lugar, su pico futbolístico, en donde se convertiría en el máximo ídolo y donde hasta ahora ha conseguido darle las máximas alegrías deportivas a la institución. Y donde él ha conseguido los galardones que antes no estuvieron a su alcance.

Fue en Cincy donde Acosta encontró su dulce hogar.