National Writer: Charles Boehm

Panamá frustra al Estados Unidos de Pochettino: "Fue doloroso de ver"

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Fue una secuencia soñada, como si se tratara de una escena salida de una película sobre deportes.

En los últimos minutos del tiempo de compensación de la segunda parte, en un enorme y brillante estadio que será sede de la Copa del Mundo, con la oportunidad de disputar un trofeo continental en juego, el jugador ejecutó una definición clínica y al segundo palo para conseguir una victoria agónica y sorpresiva para su equipo, que clasificó a la final del torneo. Superado por la emoción, el delantero -un jugador de 33 años que hacía meses que no marcaba un tanto- saltó por encima de las vallas publicitarias y saltó hacia donde Thierry Henry estaba comentando el partido.

"¡Eres mi ídolo! ¡Eres mi ídolo!", gritó el goleador al legendario exjugador del Arsenal, FC Barcelona y New York Red Bulls, que lo abrazó con emoción. Un poco más tarde, el jugador entregó su camiseta a Henry en directo en la TV, a cambio de la promesa del fantástico exjugador galo de enviarle una de sus casacas por correo.

Fue un momento inovidable en el SoFi Stadium, en Inglewood, California. El tipo de situación con la que muchos integrantes de la Selección masculina de Estados Unidos probablemente han soñado en un punto u otro de sus vidas, especialmente ahora, que saben que jugarán dos de sus partidos de la Copa del Mundo de la FIFA 2026 en ese estadio inspirador.

Pero no fue el USMNT el que anotó un gol el jueves por la noche, sino que se trató de uno de sus rivales. Uno que aplastó sus esperanzas de éxito en tres torneos en los últimos dos años. Fue Cecilio Waterman, y no Christian Pulisic, Weston McKennie o Patrick Agyemang, el que produjo la magia de último minuto para enviar a Panamá a la Final de la Copa de Campeones de Concacaf gracias a la victoria 1-0, que puso fin a la racha de tres títulos consecutivos de la CNL para Estados Unidos, asegurando la posibilidad que otra selección ganará el trofeo por primera vez desde la edición inicial del torneo en 2019.

El 'coco' del USMNT lo vuelve a hacer

El sueño de Panamá fue la pesadilla de Estados Unidos, tal como ocurrió en la Copa América del verano pasado, una derrota que determinó el final de la era de Gregg Berhalter como seleccionador del Team USA. Y de la misma manera en la que pasó en la definición por penales en una de las Semifinales de la Copa Oro 2023. 'Los Canaleros' acumularon a 10 hombres detrás del balón, cerraron de manera tenaz todos los espacios, y desafiaron a los estadounidenses a quebrar el sistema.

Y eso funcionó.

“Un tiro al arco, un gol", se lamentó el veterano defensor de Charlotte FC Tim Ream sobre el modo de jugar de Panamá en una entrevista posterior al partido. Estados Unidos contó con el doble de posesiónque su rival (67%-33%), completó 645 pases, ganó nueve tiros de esquina, y disparó en 12 ocasiones (cino de ellos a portería)... todo eso para nada.

“Lo intentamos una y otra vez, y obviamente no conseguimos nuestro propio gol”, continuó Ream. “Ellos se replegaron y nos costó romper el bloqueo, ponernos a la defensiva y crear muchas ocasiones claras. Aun así, tuvimos lo suficiente para ganar el partido, pero son un rival difícil cuando ponen a todos detrás del balón... y nosotros no supimos cómo romper el bloqueo”.

Revés para Pochettino

El entrenador Mauricio Pochettino tendrá que esperar un poco más para conseguir su primer campeonato con la camiseta estadounidense y, mientras tanto, reflexionar sobre algunas preguntas incómodas sobre el rumbo del programa de la selección nacional estadounidense. Posteriormente, el entrenador argentino se preguntó si su equipo había sido superado en el esfuerzo, si los menos favorecidos querían este partido un poco más, o si los campeones defensores los habían tomado demasiado a la ligera.

"Somos Estados Unidos, pero no se puede ganar con la camiseta", declaró Pochettino a la prensa, lamentando el flojo desempeño de Estados Unidos en el primer tiempo, que fue "realmente doloroso de ver" dado lo que estaba en juego. "Hay que venir aquí, ser mejores, sufrir, ganar los duelos y trabajar duro. Si no, no será suficiente".

"Estaban hambrientos de cada balón como si fuera el último", dijo sobre la intensidad de Panamá. "Se notaba la diferencia en la cancha".

También se plantearán preguntas sobre el enfoque de Pochettino. ¿Era este el mejor momento para probar un cambio de formación prácticamente nuevo y poco probado, con una defensa de tres hombres con Tim Weah y Yunus Musah como carrileros híbridos? ¿Debería haber incorporado a un mediapunta puro como Gio Reyna o Diego Luna para romper el robusto 5-4-1 panameño? ¿Acaso la poca actividad del portero Matt Turner en Crystal Palace contribuyó a una reacción poco entusiasta ante el disparo de Waterman?

“Nos costó un poco entender la presión que iba a tener el primer tiempo. Ellos [Panamá] salieron y cambiaron un poco las cosas”, dijo Ream, cuya preponderancia de toques de balón insinuó la incapacidad de su equipo para penetrar la organización panameña. “Y depende de nosotros entender qué tenemos que hacer. Y trabajamos en ello durante la semana. Desafortunadamente, no nos adaptamos con la suficiente rapidez en el primer tiempo. El segundo tiempo, obviamente, tiene un poco más de presión, presionándolos más para que pierdan el balón.

“Pero, de nuevo, al final del día, tienen una sola oportunidad, un solo gol, y no estamos jugando para una final”.

Lo más urgente: Con apenas un año para el Mundial en casa, ¿podrá este proyecto de la selección nacional estadounidense encontrar su equilibrio? Comenzarán con el partido por el tercer puesto el domingo en SoFi, luego pasarán a los amistosos de junio contra Turquía y Suiza antes de la Copa Oro, su último evento competitivo antes del gran evento del próximo año.

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