Vancouver Whitecaps escribió la página más grande de su historia: por primera vez, avanzaron el sábado a la final de la Conferencia Oeste de los Audi MLS Cup Playoffs 2025. Y lo hicieron con aguante, dos hombres menos, tiempo extra, una definición por penales y puro corazón sudamericano, pero también con algo que define a este equipo: una identidad colectiva que no solo depende de Thomas Müller, sino que juega con el legendario alemán.
La épica y mucho de garra latinoamericana confirmaron la esencia del proyecto, el funcionamiento total de sus piezas y los goles determinantes del uruguayo Mathias Laborda se alzaron ante LAFC en un partido en el BC Place que nadie olvidará y podría despertar una nueva rivalidad en Major League Soccer.
Contra todos los pronósticos
Un primer tiempo con victoria 2-0 en el marcador para el equipo de Canadá hizo pensar que el partido estaba ya sentenciado, pero el carácter de superestrella de Son Heung-Min cambió el curso. Un golazo de tiro libre del surcoreano, empate 2-2, expulsión y un lesionado después, tuvo que ser resiliente para lo que venía: extratiempo y penales.
Vancouver, en esa última instancia, decidió dejarlo todo, todas las tácticas que lo llevó a irse al descanso 2-0 quedaron a un lado, y solo el alma, el corazón, la urgencia y el instinto eran opciones. Y así fue. Después de quedarse con nueve, su único objetivo fue mantener el resultado.
Eso lo llevó a hacer historia, y levantar de sus asientos a casi 54.000 almas que habitaron el BC Place.
Épica sudamericana
La historia de esta semifinal tiene acento del sur. No solo por los goles de Laborda, sino por la forma en la que Vancouver sobrevivió al incendio.
- Mathías Laborda: Fue elegido Jugador del Partido, pero ese título se queda corto. Fue la estrella del Día para la Major League Soccer. El uruguayo que cumplió sus funciones de lateral con honores, dejó el aire e hizo goles: el segundo tanto de los Caps en el tiempo reglamentario y fue el jugador que determinó la clasificación en el último turno de la tanda de penales, con un disparo directo al ángulo.
- Andrés Cubas: Lo del paraguayo fue un máster en perseverancia. Sostuvo al equipo, recuperó balones imposibles, leyó muy bien los espacios y fue un pulso en el mediocampo junto a Sebastián Berhalter, de los mejores futbolistas en cancha, el obrero del caos y uno de los protagonistas de la "supervivencia" del equipo.
- Édier Ocampo ofreció amplitud cuando Vancouver necesitaba escapar del encierro, cerró por dentro cuando el equipo quedó con nueve y, sobre todo, compitió con temple.
¿Qué tienen en común todos ellos?
Son jugadores en los que se apoya su superestrella alemana, Thomas Müller, y con los que convive en equilibrio.
Un colectivo con identidad
Para Jesper Sørensen, entrenador de los Whitecaps, la clave de este equipo no está en los nombres propios, sino en la estructura. Lo explicó el futbolista alemán con sencillez, pero con un peso conceptual que define al proyecto:
“Él quiere que el protagonismo recaiga en los Whitecaps con Thomas en el equipo, y no que Thomas sea el protagonista y los Whitecaps queden en segundo plano.”
Müller lo entiende. Lo promueve. Y lo ejecuta.
En Vancouver, el alemán no es un sistema: es una pieza dentro del sistema. Ese es el carácter especial de este equipo: todos aportan, todos sostienen, todos interpretan el partido desde su rol.
La semifinal fue la demostración más contundente de esa filosofía. VAN resistió porque su estructura respondió en bloque:
- El mediocampo compensó ausencias, la defensa se reacomodó sobre la marcha y cada jugador amplió su zona de influencia para sostener al grupo.
- Yohei Takaoka tuvo momentos decisivos en el arco con el increíble pase gol a Emmanuel Sabbi y atajadas importantes.
- Sebastian Berhalter como el organizador, mandamás del mediocampo.
No se trató de héroes aislados, sino de un sistema que se autoajustaba: Cubas marcando el ritmo defensivo, Berhalter conectando capas, Ocampo equilibrando, Laborda encendiendo la energía emocional y Ryan Gauld interpretando cada desmarque con la sensibilidad que el equipo necesitaba cuando Müller ya no estaba.
Vancouver avanzó porque, en los momentos críticos, todos empujaron hacia el mismo punto de gravedad. Esa es la esencia del proyecto: cuando una pieza cae, otra emerge; cuando el caos se instala, el bloque se compacta y encuentra una nueva forma de sostenerse.
Laborda, el jugador del partido, dejó claro para MLS cómo el equipo se preparó para este escenario y considera que lo hicieron de muy buena manera. Admitió que fue un alivio ganarle al equipo de Los Angeles: "significa mucho, las últimas dos veces quedamos eliminados con ellos, así que la tercera es la vencida y lo pudimos lograr".
¿Será el inicio de un 'clásico' de playoffs?
Hay partidos que se recuerdan por el resultado. Y hay partidos, como este, que se recuerdan por lo que provoca, entre dos equipos que se han cruzado demasiado seguido y con demasiado peso en juego como para seguir llamándose “un duelo más”.
La tensión, el dramatismo, la forma en que Vancouver sobrevivió con nueve jugadores y eliminó a la mejor delantera de la MLS, es justamente el tipo de historia que convierte rivalidades normales en clásicos de postemporada.
En las últimas dos temporadas, el equipo angelino venció a los canadienses para sacarlos de la Ronda 1 de Playoffs, pero hoy le tocó a los Whitecaps.
Y tiene doble valor:
- Ganaron el partido ante un equipo que los había derrotado en los dos partidos de temporada regular de este año, y que habitualmente los había derrotado en eliminatorias.
- Y ganaron a LAFC, uno de los dos máximos candidatos a ganar el título, en el partido más exigente del año.
Y lo hicieron mientras tenía un expulsado, un lesionado y Thomas Müller ausente en el tramo final.
Así que puede que todavía falte una etiqueta oficial, pero la historia reciente apunta en una sola dirección.

El partido más importante
Puede que esta semifinal ya fuera, para muchos, uno de los partidos más importantes de la era MLS de los Whitecaps, incluso el más importante de su historia reciente. Y el contexto le añadió un ingrediente extra.
Haberlo logrado en una de sus mejores temporadas en años, con una figura global como Müller, con un equipo que funciona como una unidad y después de haber llegado a una final de la Copa de Campeones de Concacaf, le da un peso histórico que es imposible ignorar.
Pero, como en toda épica, siempre hay una continuación.
Y ahora, el partido más importante será la Final del Oeste, ante San Diego FC o Minnesota United. Un paso del que depende todo: la oportunidad real de jugar por la MLS Cup...
Lo del sábado fue una hazaña. Lo que viene puede ser el capítulo que cambie para siempre la historia del club.
Disfruta de toda la acción de los equipos de MLS a través de MLS Season Pass.



