El origen de todo es Rosario. Desde allí en adelante, la coincidencias entre Mateo Silvetti y Lionel Messi se entrecruzan una y otra vez: Newell's, la Selección Argentina, y ahora Inter Miami. Con casi 20 años menos que su ídolo y mentor, Silvetti está listo para ser el arma secreta de Las Garzas en los playoffs de MLS.
Messi, Silvetti e Inter Miami están decididos a conquistar la MLS Cup. Silvetti no es un mero acompañante o socio ocasional: llegó a Florida hace unos meses, y apunta a ser la carta bajo la manga en el equipo del director técnico, Javier Mascherano, alguien que lo conoce bien.
Coincidencias de origen, coincidencias del destino, coincidencias que no parecen casualidad: el mismo club, la misma ciudad, la misma pasión, ahora compartiendo cancha y sueños. Para Silvetti, cada pelota que juega con el GOAT es una oportunidad para seguir escribiendo su propia historia, y de paso recordar al planeta que Rosario -a orillas del río Paraná- sigue formando talentos de los que habla el mundo.
Conexión que intriga
El chico de Rosario tiene apenas 19 años, y ya muestra una conexión intrigante con Lionel Messi en Inter Miami. Mateo Silvetti pasó de las canchas de Newell’s, a compartir vestuario con el #10. En su primera titularidad en los Playoffs 2025, con una asistencia al astro en su show estelar frente a Nashville, dejó una impresión intrigante: la de un joven que entiende al capitán más allá de lo visible.
Formado en Rosario, subcampeón del mundo Sub-20 y de la misma escuela de la que salió el GOAT. Silvetti es la muestra más reciente de cómo Messi impulsa el talento joven de 'Las Garzas'. Es el reflejo joven, y al mismo tiempo, el tipo de jugador que suele ser la sorpresa que muchos rivales no esperan, en Miami y en Argentina. Un arma secreta.
Comienzan las coincidencias
La historia entre ambos tiene muchísimas coincidencias.
Como Messi, Mateo Silvetti también creció en Newell’s. A los ocho años ya jugaba sobre el mismo césped donde el #10 había dado sus primeros pasos. En 2024, cuando la Sub-20 de Mascherano se entrenaba en Ezeiza, lo conoció por primera vez: una foto, un saludo, y el recuerdo que todo chico de Rosario soñaría guardar.
Un año después, ese mismo chico debutó en Inter Miami, al lado de su ídolo. El camino no fue fácil —de adolescente quedó fuera por su baja estatura—, pero nunca dejó de insistir. Y esa insistencia hoy lo tiene compartiendo vestuario con el jugador que marcó su infancia.
Junto a Messi y Tadeo Allende, formó el trío argentino que empujó al club rosa hasta las Semifinales de Conferencia: cuatro goles, cuatro asistencias y una conexión cada vez más visible. En el Juego 3 ante Nashville SC, el “Toto” reemplazó a Luis Suárez por suspensión y sorprendió a todos: fue el arma secreta que nadie esperaba en Miami… excepto, quizá, el propio Messi.
Más coincidencias
Dos rosarinos, formados en la escuela de La Lepra, con un vínculo que atraviesa generaciones. Uno, el jugador que cambió la historia del fútbol argentino; el otro, un juvenil que creció viéndolo en pantalla y hoy lo tiene a unos metros, guiándolo en los entrenamientos. El chico que creció viéndolo en Newell’s hoy le dió una asistencia en los Playoffs.
Messi y Silvetti: una historia en común, marcada por las coincidencias:
- Ambos nacieron en Rosario.
- Se formaron en Newell's Old Boys.
- Dos argentinos que brillaron en Mundiales Juveniles: Messi en 2005, campeón en Países Bajos (goleador, además); y el Toto, subcampeón en Chile 2025, con goles decisivos.
- Ambos convirtiendo tantos en octavos de final, cuartos de finales y semifinales de esas Copas del Mundo.
- Y, como si el destino jugara, el joven lleva los nombres de dos de los hijos del #10: Mateo y Thiago.
Lo que los une no es la comparación, sino el espejo. Messi fácilmente puede ver a Silvetti su reflejo de juventud y Silvetti ve en Messi la prueba de que su camino vale la pena.
El socio inesperado de Messi
“Estoy feliz de estar aquí con todos estos jugadores importantes en una liga que está creciendo mucho. Hay mucho que puedo aprender”, dijo Silvetti al llegar a Miami.
La MLS le dio algo más que minutos: la oportunidad de compartir vestuario con su ídolo. Y lo ha sabido aprovechar.
En el Juego 3 se convirtió en el jugador número 103 en asistir a Messi, mostrando una madurez poco común para sus 19 años. Juega con criterio, sin miedo al escenario. Entiende cuándo encontrar al #10… y cuándo dejarse encontrar.
También hay una carga emocional inevitable: juega junto al hombre que marcó su ciudad y su infancia. Ya en el Mundial Sub-20, Messi había celebrado su campaña con un mensaje: “¡VAMOSSS, A LA FINAL! Felicitaciones a todos. Grande, @toto.silvetti!”. Ese aprecio vino después de su debut con Las Garzas, cuando el propio Leo le cedió un penal.
En la cancha, Silvetti suele partir desde la derecha, aunque ante Nashville se movió libre, atacando los espacios entre centrales con inteligencia y descaro. El socio inesperado de Messi nació en Rosario… y está creciendo en Miami.
Vamos a los datos futboleros
¿De qué manera puede convertirse en un socio ideal del Messi?
- Descarga natural: Messi necesita socios que entiendan el tiempo del pase y la pausa, y Silvetti es un atacante que maneja los tiempos muy bien. Su primer control orientado le permite recibir y girar sin frenar el flujo del ataque. Cuando Messi conduce y atrae marcas, él tiene herramientas para encontrar los espacios, abrirse bien y general diagonales que el #10 interpreta muy bien.
- En su debut titular es sincronía se notó: un pase de descarga, movimiento al vacío y asistencia para Messi. Liberar metros, es exactamente como él puede destabar la ofensiva junto al capitán.
- No ocupa el mismo carril que Messi, sino que lo complementa, y aporta mucha más movilidad en el último tercio. Eso ayuda a que el #10 arranque más libre desde la mediapunta y lo encuentre en posiciones más cercas al arco rival. Y cuando Messi decide ir por dentro, Silvetti estira la defensa.
- Juego de espaldas: uno de los puntos altos del rosarino y que se notó mucho con la Selección Albiceleste Sub-20 y Newell's fue su juego de espalda al arco, tiene mucha rapidez mental para pensar lo que hará antes de recibir de espalda a la meta. Otra herramienta que aporta al juego de Lionel, que siempre busca el tercer toque cuando hace un pase progresivo. "Las paredes de Messi".
- Agilidad: puede ser una pieza que 'acelere' por completo los ataques de Inter Miami, y sea el aire que necesitan para definir y hacer los goles que necesitará el equipo si termina jugando los últimos tres partidos de la postemporada: semis, final de conferencia, y final de la MLS Cup.
En este momento queda claro que puede funcionar como una pieza que facilite la descarga de Messi, le de más opciones ofensivas a Inter Miami, y sea un factor 'sorpresa', del que ya hablaremos.
¿Cómo Silvetti puede hacerle daño a FC Cincinnati?
El argentino puede ser el tipo de problema que Cincinnati aún no ha procesado, y en un partido de eliminación directa pueder ser el factor sorpresa. Silvetti desde su debut con la camiseta de 'Las Garzas' ante Seattle Sounders en septiembre, no le ha tocado disputar ningún encuentro ante el equipo de Pat Noonan.
Sistemáticamente puede:
- Romper el patrón. Cuando un rival como Cincinnati tiene varios jugadores de alto perfil —Evander, Brenner, Kevin Denkey o Luca Orellano— el espacio se reduce. Necesitas algo que rompa patrones, algo inesperado. Y ahí es donde Silvetti entra: perfil joven, dinámico, inteligente, no tanto el “grande nombre que todos conocen”. FC Cincinnati tiene estudiados a los cuatro fantásticos de Miami, pero no al juvenil. No hay plan preescrito para él.
- Atacar los “pasillos ciegos”: Cincy suele cerrar el centro, pero deja huecos a la espalda de los laterales cuando presionan alto, el gol de Jacen Russell-Rowe tras asistencia de Andrés Herrera para Columbus Crew en el Juego 3, es un gran ejemplo.
- Silvetti, jugando por izquierda como ante Nashville, puede explotar justo ahí: recibir de Messi, perfilarse y atacar en diagonal hacia el corazón del área.
- Ser el socio silencioso del GOAT: Si Messi arrastra a tres hombres —como suele—, el espacio que queda detrás del lateral o entre central y mediocentro será su territorio para sorprender. Esa lectura de segundo movimiento, “de estar en el lugar exacto cuando Leo libera el pase”, puede ser la diferencia entre un 0-0 cerrado y un partido abierto.
Silvetti puede ser la anomalía dentro de la lógica perfecta de Cincinnati, equipo al que Inter Miami aún no pudo ganarle este año.
El efecto Messi: talento que florece en Miami
La irrupción de Silvetti amplía la lista de jóvenes que han crecido bajo el faro del #10. Desde que Messi llegó a Inter Miami, el club se volvió una escuela acelerada para el talento joven: Telasco Segovia, David Ruiz, Santiago Morales, Allen Obando, Tomás Áviles, Baltasar Rodríguez.
Todos aprenden a competir con exigencia europea, a leer el ritmo del juego y a convivir con la presión. Messi los hace mejores, los moldea.
Los ejemplos lo confirman: Benjamín Cremaschi (Parma), Diego Gómez (Brighton) y Federico Redondo (Elche) dieron el salto al fútbol europeo después de compartir equipo con él.
Incluso hay coincidencias curiosas: el padre de Silvetti, exjugador de Los Pumas, compartió plantel con Pablo Cremaschi —padre del exmediocampista rosa— en 1993. Tres décadas después, sus hijos coincidieron en el mismo campo… junto a Messi.
Arma secreta
Lo del rosarino y sus coincidencias con Messi es la posible arma secreta de Inter Miami, pero no es solo velocidad, es potencia, y sobretodo es decisión.
Ese fue el rasgo que lo separó del resto en el Mundial Sub-20 con Argentina —ante Nigeria, México, y Colombia. En los que el rosarino entró desde el banquillo a cambiar partidos. Fue el 'revulsivo perfecto' por Diego Placente, seleccionador albiceleste juvenil.
El poder de decisión, y su rapidez mental es lo que convirtió al chico de Rosario en la estrategia oculta de la albiceleste y hoy, eso se traslada a Inter Miami en la búsqueda por vencer a Cincy el domingo 23 de noviembre (5:00 pm ET - MLS Season Pass)
Su historia comparte demasiados reflejos con la de Messi: la ciudad, la cantera, el carácter. Y tal vez ahí esté su poder, en entender el juego con la misma calma y la misma rebeldía. En un equipo donde tondos miran al #10, el puede aparecer en el hueco que Messi deja libre.
El chico que creció soñando con su ídolo ahora juega a su lado, puede ser el movimiento inesperado que cambie todo.
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